A pesar de que prácticamente la totalidad de los más de 42.500 estudiantes que se habían matriculado a las pruebas de acceso a la universidad (PAU) de este año han aprobado (un 97%), muy pocos han conseguido la excelencia. En esta convocatoria, las dos notas más altas las han obtenido en Pau Palomar, un alumno de Castellnou de Bages que estudia en el Instituto de Auro (Santpedor), y Eric Mateu, alumno de Sant Cugat del Vallès que estudia en el Instituto Agujero del Viento (Cerdanyola del Vallès). Los dos han conseguido un 9,90 a la fase general -es decir, sin tener en cuenta las asignaturas específicas, que ponderan más para conseguir una calificación máxima de 14. Seguido de estos dos estudiantes de la demarcación barcelonesa, la siguiente mejor nota de la selectividad ha sido un 9,80, que han obtenido una estudiante del Instituto Torredembarra y un estudiante de la Escuela Padre Manyanet de Reus, dos estudiantes de La Salle Girona y una alumna del Instituto Samuel Gili y Gaya de Lleida.
Como cada año, el presidente de la Generalitat -actualmente en funciones-, Pere Aragonès, entregará una distinción a todos los alumnos que han obtenido una calificación superior a 9 a la fase general de la selectividad. Este año, este reconocimiento será para 914 alumnos, de los cuales 538 son chicas y 376, chicos. Se trata de una cifra total de estudiantes que han frotado la excelencia inferior a la de los resultados de las pruebas de acceso a la universidad del año pasado, en qué 1.153 alumnos consiguieron superar la barrera del 9 a la fase general.

Las notas medianas de la selectividad
En cuanto a las notas medianas que han obtenido los alumnos, la calificación más baja de la fase general ha sido la de Lengua catalana y Literatura, con una media de 6,62. En cambio, la más elevada -de la fase general- se ha obtenido a Historia, con un 7,23 de media, una nota que confirma las buenas sensaciones con que salieron los alumnos del aula después de hacer el examen. En cuanto a Lengua y Literatura castellana, la calificación mediana ha estado de 6,94. Ahora bien, la nota más baja de todas las pruebas de la selectividad, incluyendo las dos fases, se ha obtenido en matemáticas -asignatura que formaba parte de la fase específica, pero que los alumnos que querían podían escogerla para culminar la fase general- con un 4,87. Es decir, la mayoría de los más de 16.800 estudiantes que se matricularon de esta prueba no han conseguido superarla.