La comunidad educativa lleva meses recelando de los cambios en el currículo de bachillerato planteados por el Departamento de Educación y Formación Profesional, en manos de la consejera Esther Niubó. El ejecutivo de Salvador Illa ha puesto sobre la mesa un conjunto de modificaciones en la configuración de las asignaturas de la secundaria postobligatoria para adaptarse al requerimiento emitido por el gobierno español. Unos cambios, sin embargo, que han indignado a docentes y especialistas en ciencias, ya que consideran que «ponen en riesgo» la calidad de la educación científica y del alumnado catalán. Tras meses de negociaciones y un fuerte tira y afloja entre la comunidad educativa y la administración catalana, la consejería de Educación ha optado por limitar los cambios en bachillerato a los que se imponen desde el Estado, tal como adelantó la cadena SER y han confirmado fuentes del departamento a El Món: «Tocaremos el currículo lo mínimo posible para adecuarlo a la normativa existente», argumentan desde la consejería.

Esta decisión, por tanto, mantiene la fusión de materias científicas en bachillerato. Es decir, de cara al curso 2026/27 -el horizonte que se fijó la consejería para aplicar estas modificaciones curriculares-, las asignaturas de física y química se agruparán en una sola, y las materias de geología, biología y ciencias ambientales en otra. Esto significa, entre otras cosas, que la consejería cerraría la puerta, por el momento, a incrementar las horas de catalán y castellano, otro de los cambios que había puesto sobre la mesa -pero que no dependían del requerimiento de la Moncloa ni de ninguna sentencia judicial. Este planteamiento de la cartera de Esther Niubó, sin embargo, sigue sin convencer a la comunidad educativa, que denuncian que los cambios se han impulsado «sin escuchar» a los profesionales del sector. «Con la reducción de un tercio de las horas lectivas y solo cuatro horas semanales por bloque [dos por materia], se dificulta el acceso a estudios superiores de ciencias y tecnología», argumentan desde la plataforma Ciencias en Peligro. Desde la entidad también alertan que estas modificaciones curriculares también agravarán las «desigualdades» entre centros, ya que la administración plantea cubrir las horas perdidas con la fusión con asignaturas optativas: «La posibilidad de compensar horas con optativas depende de los recursos de cada instituto, a menudo insuficientes, y de las elecciones de cada estudiante», rematan.

Grupos de personas levantan el brazo durante una huelga de jornada completa de sindicatos educativos, en los jardinets de Gràcia, el 25 de mayo de 2022 / Kike Rincón (Europa Press)

La comunidad educativa se une contra los cambios

Para demostrar su enorme malestar con los cambios en bachillerato que ha puesto sobre la mesa la consejería de Educación, la Plataforma Ciencias en Peligro, junto con sindicatos de profesorado, sindicatos de estudiantes, asociaciones estudiantiles, facultades de ciencias, sociedades y asociaciones científicas, asociaciones de familias y otras entidades, convoca una concentración el miércoles 9 de abril en la plaza de Sant Jaume. La protesta, que comenzará a las seis de la tarde, pretende «rechazar» la reforma planteada desde la administración para la secundaria postobligatoria: «Es fundamental hacer oír nuestra voz para defender el futuro de las vocaciones científicas y preservar una educación que responda a las necesidades formativas de la sociedad catalana», argumentan desde la entidad. En esta línea, también reclaman que los cambios que afectan al sistema educativo se lleven a cabo escuchando la opinión de los profesionales del sector, ya que consideran que, en estos momentos, solo se toman en función de «criterios políticos».

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