Ser feliz. Este es el objetivo que buena parte de la sociedad persigue durante toda la vida, pero que no siempre se acaba consiguiendo. Ahora bien, ¿qué quiere decir ser feliz? Según la definición del Diccionario de Estudios Catalanes (DIEC), la felicidad es el estado de ánimo de quien se siente plenamente satisfecho o muy contento, por lo cual ser feliz es disfrutar de este estado de ánimo de felicidad. A partir de esta definición nacen las dudas sobre si se puede ser feliz siempre, o no es nada más que una utopía. La prestigiosa revista internacional
Conocer y denominar las emociones
La primera recomendación no requiere mucho tiempo físico, pero sí esfuerzo mental. Se trata de una actividad sencilla muy recomendada entre psicólogos y especialistas de la salud mental: reconocer y ponerle nombre a las emociones. De hecho, tal como apunta la revista norteamericana, un estudio publicado por National Library of Medicine demuestra que etiquetar los sentimientos y expresarlos, bien sea hablante con otras personas, a través de la escritura o de cualquier forma de expresión, contribuye a distanciarse de algunos problemas, tomar una nueva perspectiva y afrontarlos de la mejor manera posible.

Socializar
El segundo punto que más destacan es socializar con otras personas, puesto que forma parte de la esencia del ser humano. Se trata de una recomendación que va muy ligada a la primera de poner nombre a las emociones, porque ayuda a exteriorizarlas. De hecho, varios estudios, entre los cuales alguno de la Universidad Harvard, apuntan que crear vínculos fuertes con amistades o familia son un pilar fundamental para conseguir una sensación de felicidad que perdure en el tiempo.

Hacer deporte
La tercera recomendación de la revista norteamericana es hacer ejercicio físico, puesto que ejercitar el cuerpo también ayuda a trabajar la mente. Varias investigaciones científicas corroboran el tópico latino

Hacer abrazos
La cuarta recomendación tiene que ver con el contacto físico. Concretamente, con hacer abrazos. El razonamiento científico por el cual esta actividad puede contribuir a generar felicidad es que reduce la segregación de cortisol, cosa que permite que el seso libere oxitocina y serotonina. A banda, algunos estudios también revelan que abrazar una persona, especialmente si es de confianza, está estrechamente atribuido a aliviar el malestar emocional. Es decir, que la conexión que se crea en el momento de dar un abrazo permite atenuar -ligeramente- las malas sensaciones y recuperar algo más la sensación de felicidad.

Hablarse a sí mismo en positivo
Por último, la última recomendación de la revista norteamericana basada en informaciones científicas es hablarse a un mismo en positivo, es decir, evitar mensajes como «siempre me equivoco» o «soy un desastre». Consideran que esta es una práctica que no requiere mucho esfuerzo y que contribuye a fomentar los pensamientos positivos.