El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra durante la llegada del exilio del presidente Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto, quien volvió a irse sin ser detenido, ha pasado esta mañana por el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona. Sallent estaba citado para ratificar el informe policial sobre el dispositivo judicial que dirigió durante la jornada del debate de investidura. No se ha salido del guion y ha contestado punto por punto las preguntas que, durante una hora y veinte minutos, le han formulado las partes.
Según las fuentes jurídicas consultadas, próximas al caso, el actual comisario de la Región Metropolitana Sur se ha limitado a ratificar el contenido del informe y a detallar que a pesar de los diferentes escenarios previstos, los Mossos d’Esquadra nunca especularon ni plantearon que el presidente exiliado volviera a irse. En la misma línea, se ha expresado Ignasi Teixidor, subjefe de la Región Metropolitana de Barcelona, que participaron en el dispositivo para detener a Puigdemont. Teixidor, sin embargo, solo ha estado veinte minutos ante la jueza. El caso investiga si los tres mossos que acompañaban a Puigdemont cometieron delitos de encubrimiento u omisión del cumplimiento del deber. Precisamente, en este punto Sallent ha admitido a la jueza que no puede descartar que los tres agentes tuvieran conocimiento del dispositivo.
Las fuentes judiciales consultadas, Sallent ha asegurado que no hubo ningún dispositivo de seguridad el día previo, ni se habló con la policía para el control de fronteras, pero sí que se dieron instrucciones sobre la detención. El comisario también ha añadido que el informe lo comenzó a elaborar la comisaría General de Información, que después fue validado por todos los mandos. De hecho, ha garantizado que el informe fue previo a que lo solicitara el Tribunal Supremo, pero que se realizó de manera inmediata.

Sin cámaras
Sallent ha llegado a la Ciudad de la Justicia sin dejarse ver y ha salido de la misma manera. De hecho, la prensa que lo esperaba ha definido la situación como «hacer un Puigdemont». Siguiendo el relato del informe, Sallent y Teixidor han insistido en que no detuvieron a Puigdemont durante el acto que protagonizó en el Arco de Triunfo por el riesgo que supondría a la vista de los miles de concentrados en la zona. Por eso, dedicaron los recursos para poder arrestarlo cuando se dirigía hacia el Parlamento. Esto, en ningún caso suponía imaginar que Puigdemont se iría de nuevo al exilio.
La ratificación de los mandos de hoy también coincide con la de los cuatro agentes y el cabo que firmaron hasta ocho informes confidenciales sobre el caso, investigando a los tres mossos que habrían ayudado al presidente en su retorno a Bruselas. El pasado 12 de mayo se ratificaron en todos los conceptos relatados en los informes. En todo caso, ambos han sostenido que lo más difícil para practicar la detención era «elegir el momento». Para Sallent, la clave del engaño era «ir a zona protegida en carpas, no lo podía controlar el dron». A raíz de su declaración, para Sallent, el objetivo de Puigdemont era no ser visto por tela negra y aprovechar el momento en que los manifestantes presionaban las puertas del Parque de la Ciudadela.

Los escenarios
Según el informe se establecieron dos escenarios. En primer lugar, que el retorno de Puigdemont sería días antes del debate. Por eso, contemplaron “la complicidad y ayuda del personal del Parlamento” así como del presidente de la cámara catalana, Josep Rull. Es decir, el informe supone que los encargados de preparar el operativo, los agentes de la Comisaría General de Información, revisaron “conductas, afinidades y comportamientos de los funcionarios de la cámara catalana”. La intención de la policía era evitar que Puigdemont pudiera entrar a la cámara “sin ser detectado por el servicio de Mossos del Parlamento” días antes del pleno. Una acción que solo se podría llevar a cabo con la ayuda de los funcionarios de la cámara catalana.
El segundo escenario que plantearon los Mossos fue el retorno de Puigdemont el mismo día de la investidura. Precisamente, en este punto, es donde los Mossos se delatan y reconocen su fracaso previsor. “En el último informe de la Unidad Central de Análisis y Elaboración de Inteligencia Estratégica (UCAE) de la Comisaría General de Información (CGINF), de fecha 6 de agosto, que contempla la valoración de la amenaza relativa al posible retorno y detención del señor Carles Puigdemont respecto a la seguridad pública de Cataluña, se recoge que la no detención del señor Puigdemont tan solo se podría producir en caso de que este decidiera no volver a Cataluña”, admiten. “De esta manera, pero a contrario sensu, no se plantea en ningún momento su retorno sin que sea detenido por la policía”, añaden. El tercer escenario fue que Puigdemont, finalmente, no viniera.