El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha decidido que esperará que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resuelva si Carles Puigdemont y Toni Comín pueden mantener cautelarmente la inmunidad antes de emitir nuevas euroórdenes contra los dos exiliados. Según ha informado el Tribunal Supremo, Llarena ha comunicado a la Fiscalía y a la acusación popular de Vox que ha recibido sus peticiones para reactivar las euroórdenes contra los dos eurodiputados de Junts, pero que esperará a que la justicia europea resuelva sobre las medidas cautelares que con toda seguridad pedirán las defensas de los dos políticos exiliados.
A principios de julio, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) tumbó dos recursos del exilio y les dejó sin inmunidad. Puigdemont y Comín todavía disponen de varias semanas para decidir si presentan un recurso ante el TJUE, la máxima instancia judicial europea, en el cual reclamarían al tribunal que les mantenga la inmunidad mientras resuelve el fondo de la cuestión. Con esta decisión, Llarena opta por la cautela, puesto que si el TJUE concediera las cautelares con las nuevas euroórdenes ya emitidas, el juez del Tribunal Supremo recibiría un revés difícil de explicar.

Llarena confía que no hará falta un nuevo suplicatorio
El mismo magistrado reconoce que “cualquier euroorden que se emita en el estado actual del procedimiento quedaría inmediatamente paralizada (antes de lograr su objetivo) si el TJUE admitiera la eventual medida cautelar que se pida en paralelo al recurso”. En su providencia, Llarena considera que si la justicia europea niega la inmunidad a Puigdemont y Comín las euroórdenes se podrán tramitar con “antelación suficiente” y que no tendría que existir “ninguna dificultad” para que los exiliados “sean puestos a disposición de la justicia española” antes de que se disuelva el Parlamento Europeo, que el junio del 2024 celebra elecciones.
El magistrado del Supremo también avisa al Parlamento Europeo que el “principio de cooperación leal” entre los entes públicos de la Unión Europea y los estados miembros tendría que hacer innecesario pedir un nuevo suplicatorio, incluso si las euroórdenes llegan después de la constitución de la nueva Eurocámara y Puigdemont y Comín vuelven a salir elegidos eurodiputados.