La comisión de investigación en el Congreso sobre los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017 sigue avanzando. Ahora se esperan dos testimonios que han levantado una gran expectativa entre los grupos políticos de la cámara baja española, ya que pueden ayudar a aclarar los puntos más oscuros de una investigación y instrucción dificultosa que ha dejado lagunas y ha alimentado todo tipo de suspicacias. Serán Mohammed Houli Chemnal, uno de los condenados por esos ataques que aún continúa en la prisión de Córdoba, y Gerard Gustave Gaston Trouvay, ciudadano francés vecino de la urbanización Montecarlo de Alcanar (Montsià), que explicó en el juicio que había visto la fuga de una furgoneta propiedad del imán de Ripoll, cerebro de los atentados, tras la explosión del chalet donde se preparaban los explosivos para lo que debía ser un ataque con bombas, cuando se supone que Abdelbaki Es Satty había muerto en la deflagración.

Ambos declararán por videoconferencia el próximo 13 de febrero, el mismo día que se votará una propuesta de Junts para desclasificar aún más documentos considerados secretos. Dos testimonios que los grupos califican de necesarios para lograr el objetivo de la comisión: encontrar la verdad. Los diputados esperan que Houli, que fue cambiando de versión –ha dado cinco en total– desde su primera declaración a los investigadores de los Mossos, detalle cómo se articuló la célula y aporte detalles de los roles de cada uno, así como el papel del imán en toda la preparación de los atentados. También podrá esclarecer el misterio del cuarto hombre de la casa de Alcanar que, a pesar de encontrarse una fotografía, nunca se supo quién era ni ninguno de sus datos. Por otro lado, los diputados esperan que Gaston detalle el episodio de la furgoneta que se marchó del lugar de la explosión y que fue encontrada días después. Una Mercedes Sprinter, con matrícula 2958BVZ, localizada el 21 de agosto en la calle Sant Isidre de Sant Carles de la Ràpita, a veinte minutos de la casa de Alcanar.

Los Mossos buscan pruebas en la explosión de Alcanar el 17 de agosto/ACN
Los Mossos buscan pruebas en la explosión de Alcanar el 17 de agosto/ACN

Houli, desde la prisión

Houli cumple una pena de 43 años de prisión. Su historia comienza con su primera declaración ante los Mossos, hecha justo después de la explosión de la casa de Alcanar y una vez recuperado mínimamente del impacto. Una declaración del supuesto único superviviente de aquel siniestro que volvió a abrir la duda de cuánta gente había en la casa la noche de la explosión, el 16 de agosto de 2017. En el primer relato de los hechos, Houli aseguró a la policía que el imán –que oficialmente murió en el accidente– no estaba allí. Houli, en el Hospital Mare de Déu de la Cinta de Tortosa y aún como testigo, dijo que en la casa podían haber entre “4 o 5 personas”.  Pero a medida que avanzó la investigación redujo el número de ocupantes de la casa a dos, además de él mismo.

Ante los agentes de los Mossos con número de TIP 13.925 y 15.926, instructor y secretario del atestado, relató una versión más detallada sobre los habitantes de la casa que enturbia el relato oficial de los muertos en la explosión. Según relata este atestado, al que ha tenido acceso El Món, Houli “no recuerda si martes o miércoles llegó a casa un amigo de Youssez Aalla, Abdelbaki, que era el imán de Ripoll hace un tiempo, de la mezquita que hay frente al Consell Comarcal”. A continuación, Houli concreta a los Mossos que “Abdelbaki iba de camino a Marruecos y pasó la noche en la casa con ellos”. “Conducía una furgoneta blanca”, añadió y subrayaba que “al día siguiente continuó su camino”.

La declaración de Houli conforme el imán salió de la casa de Alcanar
La declaración de Houli conforme el imán salió de la casa de Alcanar antes de la explosión

Cambio de versión

Por lo tanto, según sus primeras explicaciones, el imán no estaba en la casa la noche de la explosión porque había salido a primera hora de la mañana del día del siniestro. El dato también complica más la trama porque un sargento de los Mossos y un acta de dos agentes de la Unidad Central Especial de Información de la Guardia Civil aportaron a la Sala Tercera de la Audiencia Nacional informaciones que indicarían que en la casa había hasta 4 personas. Unos informes que quedaron enterrados en el denso sumario del caso.

Sin embargo, esto no se quedó ahí, el 11 de septiembre de 2017, Houli cambió de versión. Así lo demuestra un documento, al que ha tenido acceso El Món y que ya ha sido entregado a la comisión. Se trata de un informe del Grupo de Control de instituciones penitenciarias del Centro Penitenciario Madrid II en Alcalá de Henares donde relata detalles que se contradicen clamorosamente con la primera versión de los hechos. Además, los «controladores», que no se identifican, agradecen la colaboración de Oussama Zeaaj, a quien identifican con la persona que ha permitido la nueva declaración que corrobora la tesis policial que ya se empezaba a esbozar.

Cabecera del informe que hacen en la cárcel sobre Houli y su versión de los hechos en Alcanar/Quico Sallés
Cabecera del informe que hacen en la cárcel sobre Houli y su versión de los hechos en Alcanar/Quico Sallés

Los vecinos, esperados

Los diputados también esperan con ansias el testimonio de Gerard Gustave Gaston Trouvay. Su declaración policial, ratificada en el juicio, es que llegó a la urbanización Montecarlo el 12 de agosto con su familia. Los agentes de la Comisaría General de Información, como el instructor 7.930, le tomaron declaración el día 19 a las doce menos cuarto de la mañana. En su testimonio, recogido por los investigadores a mano y al que ha tenido acceso El Món, el ciudadano francés explica que “oyeron una explosión”.

Entonces “salieron corriendo a la calle y vieron cómo salía a gran velocidad una furgoneta de color blanco”. Los agentes incluso constataron y destacaron que “apunta el modelo o marca, describiéndola tipo Renault Master o similar”.  Además, el testigo añadió a los Mossos que la furgoneta pasó corriendo por delante del domicilio donde estaban “en dirección a la entrada/salida de la urbanización”. Después no pudieron añadir nada más porque «con su familia se marcharon directamente de la zona de la explosión”

Gustave es uno de los dos testigos que hacían dudar de la convicción de que el imán estaba en la casa durante la explosión. El otro fue el de Elianne Navarro que declaró que oyó ladrar al perro y vio un coche que llegaba a la casa de Alcanar sin luces y sin el motor encendido. Dos testimonios que la sentencia calificó «de imprecisos» por no otorgarles suficiente relevancia para investigar con más profundidad la figura del imán y certificar de manera indubitada su muerte.

La declaración del testigo sobre la furgoneta saliendo pitando de la c
La declaración del testigo sobre la furgoneta saliendo pitando de la casa de Alcanar justo después de la explosión

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