El todavía presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús Maria Barrientos, ha pedido a los nuevos jueces que se integrarán en la planta judicial de Cataluña «otorgar un reconocimiento escrupuloso de los derechos lingüísticos de los ciudadanos que intervengan en los procesos, respetando en toda su dimensión la opción lingüística manifestada por las partes, testigos, peritos y profesionales”. Así lo ha manifestado en su discurso en el acto de juramento y promesa de los 48 jueces y juezas de la 73 promoción destinados a Cataluña.
Barrientos ha aprovechado su discurso para recordar que están en un territorio donde hay dos lenguas cooficiales que tienen todo el derecho de ser usadas en los tribunales. Curioso, porque, precisamente durante su mandato, el nivel de sentencias en catalán se ha desplomado. En todo caso, ha recordado que “sobre los jueces recae la responsabilidad de facilitar escrupulosamente el ejercicio de este derecho y hacer efectiva la opción lingüística escogida”.
Por otro lado, también ha destacado la falta de jueces en Cataluña que sobrecarga el trabajo de los tribunales. “Del censo utilizado en las elecciones de noviembre se desprende que 89 plazas judiciales no tenían titular, sobre una planta judicial mal dimensionada y manifiestamente infradotada respecto a otras comunidades”, ha argumentado. “Estamos muy lejos de la media del Estado en la proporción de jueces por cada 100.000 habitantes, que son 12”. Una media que, según sus números, solo se podría equilibrar con la creación de un centenar de nuevas plazas judiciales.

Nueva ley e inteligencia artificial
Por otro lado, Barrientos, que por primera vez en muchos años no ha hecho ninguna crítica política derivada del Proceso, se ha mostrado expectante por ver la puesta en marcha de la ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia que ya ha entrado en vigor. “Entiendo que haya quien viva estos cambios con inquietud e incluso con desconfianza”, ha reconocido. “Son tantas las necesidades de la Justicia tan cronificadas que confiar en que ahora se ha encontrado el remedio a todos nuestros males puede parecer poco realista”, ha ironizado. Al fin y al cabo, para Barrientos, “en materia de Justicia estamos acostumbrados a una política de parches”.
Por otro lado, ha alabado la calificación técnica de los nuevos togados y su desinhibición con las nuevas tecnologías. En esta línea, ha advertido de la aplicación de la inteligencia artificial en los procesos judiciales, ahora bien, en ningún caso que se pueda aplicar en las prácticas “decisorias” de los magistrados y jueces. En todo caso, Barrientos ha pedido no olvidar el código deontológico ni los principios que deben regir su ejercicio judicial con la “independencia, la imparcialidad, la integridad; cortesía, diligencia y transparencia”.