Sin sorpresas. Después de que el pasado jueves, el ministerio público informara favorablemente, el juez de instrucción ha decidido aplicar la amnistía al agente de la Brigada Móvil (Brimo) de los Mossos d’Esquadra que golpeó al expresidente del Parlamento, Josep Costa, en el marco de la protesta por la cumbre franco-española celebrada en Barcelona el 23 de enero de 2023. En una resolución, difundida por el mismo Costa en X, el magistrado acuerda la aplicación de la ley del olvido penal con Mosso con TIP 13450.
Costa no ha dudado en avanzar cuál será su próximo paso jurídico a través de su cuenta X. «Ha llegado el día. Ya podéis sumar otro policía violento a los beneficiarios de la amnistía y una probable nueva demanda (la sexta) contra España en los tribunales internacionales», ha anunciado. Añade un mensaje a los dos grandes partidos independentistas que acordaron la amnistía: «Esta será la primera que también irá contra ERC y Junts». «Ni olvido ni perdón», ha rematado.

Exención de la responsabilidad penal
La instrucción del caso se vio detenida, por la aprobación de la amnistía, cuando el abogado del Mosso, antiguo letrado del departamento de Interior, solicitó la aplicación de la ley del olvido penal para los independentistas. Una petición, a la que se opuso frontalmente, Costa, al entender que los delitos de lesiones no se incluyen, aunque fuera en un marco de protestas independentistas. El fiscal, en cambio, en un escrito trasladado el pasado 13 de febrero, concluía que los hechos denunciados e investigados, se incluían plenamente en el objeto de la ley de amnistía.
De hecho, aplicaba el principio de que la agresión se registró en una protesta en la cual las entidades convocantes y el lema de la manifestación “contemplaban claramente la reivindicación de la independencia de los Países Catalanes”. Por lo tanto, se debía considerar la operación policial como un acto dentro del proceso independentista tal como determina la ley del olvido penal. Ahora, Costa prepara el recurso para evitar la aplicación de la amnistía en su caso.
Costa denunció al policía que le golpeó con la porra el día de la concentración sin aviso ni actuación previa que lo justificara. En la instrucción, el policía explicó que golpear las manos de todos los que las pongan sobre una de las vallas que los Mossos d’Esquadra instalan para marcar el límite de la línea policial es una maniobra habitual. De hecho, la bautizó como técnica del xilófono. El policía estaba imputado por un delito de lesiones, y no ha escatimado en decir ante el juez que actuó como actuó porque recibió órdenes del sotsinspector para golpear a todos los que pusieran las manos en las vallas para moverlas.