El Museo Nacional de Arte de Cataluña quiere cumplir con la sentencia del Tribunal Supremo que ordena devolver las pinturas al Monasterio de Sixena, pero no puede. El patronato de la institución tiene un «nuevo informe presentado por el equipo del MNAC en el que se indica la imposibilidad de realizar el traslado de las pinturas murales para restituir la Sala Capitular del Real Monasterio de Sixena sin ponerlas en riesgo». Por ello, ha acordado solicitar un incidente de ejecución al juez para «informar de la incapacidad técnica del museo para llevar a cabo esta operación en el plazo establecido por la ley de enjuiciamiento civil ni tampoco técnicamente».
Esta es una de las conclusiones a las que hoy ha llegado el Patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) en su reunión extraordinaria convocada a raíz de la sentencia. En un comunicado difundido este mediodía, el MNAC señala que utilizará la vía de la ejecución de la sentencia, un paso procesal civil para cumplir con la resolución siempre que no se pueda cumplir de manera voluntaria, como indican que es el caso.
Así también propondrán a los tribunales crear un grupo de trabajo de «carácter técnico e integrado únicamente por personal especializado, con el fin de evaluar y llevar a cabo los trabajos necesarios para el cumplimiento de las resoluciones jurídicas dictadas en relación con las pinturas de la sala Capitular de Sixena». Una comisión donde también invitarán a los técnicos que proponga el gobierno de Aragón. Con este incidente, el MNAC también se ahorra probables sanciones coercitivas por incumplimiento de la resolución alegando la voluntad de cumplir y especificando que los técnicos deben decir cómo hacerlo.
Cumplir la sentencia
De hecho, desde la dirección del Museo siempre han insistido en que quieren cumplir con la sentencia, eso sí, teniendo presente el riesgo de que sean dañadas de manera irreparable. Ahora esperarán los informes técnicos que serán aportados a los juzgados para aclarar y justificar la posición del MNAC y buscar vías alternativas al retorno de las pinturas. De hecho, fuentes de los técnicos del Museo insisten en que hay que tener presente «la altísima fragilidad» de las pinturas, y de su posterior restauración, y además que, aunque fuera posible trasladarlas, a estas alturas no hay ninguna sala habilitada de manera adecuada en el monasterio de Sixena. De hecho, el comunicado tiene un punto expreso para dejar claro que «manifiesta la voluntad de dar cumplimiento a las resoluciones judiciales dictadas hasta ahora en relación con las pinturas murales provenientes del Real Monasterio de Santa María de Sixena».
El comunicado también resalta que se trasladará al Gobierno de Aragón «la invitación a integrarse en esta comisión técnica, designando a tal efecto a los especialistas que consideren convenientes, que trabajarían conjuntamente con los técnicos designados por el MNAC y las administraciones consorciadas: la Administración General del Estado, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona». Una opción que ha hecho despertar la opinión de Albert Velasco, exconservador del Museo de Lleida y uno de los expertos en Sixena, que ya ha alertado a través de su cuenta de X, que «visto lo que han dicho hasta ahora estos técnicos, intuyo que no habrá acuerdo».

Una reunión de tres horas
El cónclave de esta mañana ha comenzado cuando pasaban pocos minutos de las nueve y ha congregado a buena parte del patronato, ya que muchos de los convocados han asistido virtualmente. Los miembros del patronato se han reunido después de que decenas de entidades se hayan posicionado para mantener los frescos en el MNAC dado su frágil estado de conservación. Diez instituciones artísticas como la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge, la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona o el Instituto Catalán de Investigación en Patrimonio Cultural han instado al ejecutivo a agotar “todas las vías” para evitar el traslado de los frescos y lamentan que la sentencia del alto tribunal “no analice” cuestiones técnicas sobre la conservación. También hasta nueve exconsejeros de Cultura han firmado un manifiesto en defensa de que las obras permanezcan en el MNAC.