El incidente de recusación presentado por el presidente del grupo de ERC en el Parlamento, Josep Maria Jové, contra el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús Maria Barrientos, ya está en marcha. El propio letrado de la Administración de Justicia del TSJC ha comunicado a las partes que se ha admitido a trámite la petición de Jové, pocas semanas antes del inicio de la vista oral, por la causa del Primero de Octubre instruida por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona.
Jové presentó la recusación contra Barrientos a raíz de sus declaraciones manifiestamente contrarias a la ley de amnistía en un discurso público de alto voltaje simbólico. En concreto, en el ceremonioso acto de promesa o jura de los magistrados de nueva hornada que ejercerán en Cataluña. Unas palabras en las que Barrientos definió la amnistía como un «elemento de discordia» que topaba con la función de «pacificación» que tienen los organismos judiciales. Las palabras fueron recogidas por la defensa de Jové. Ahora han servido para justificar la petición al presidente del TSJC y del tribunal que lo tiene que juzgar —junto con Lluís Salvador, actual presidente del Puerto de Barcelona— y de la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, por malversación, prevaricación y desobediencia por su participación en el Procés.

Tres días a las partes y a la espera de la respuesta de Barrientos
La diligencia tramitada por el letrado del Tribunal mujer tres días a las partes para que se pronuncien sobre los motivos de la recusación. Una vez recogidas las opiniones serán trasladadas al magistrado recusado para que exponga sus razones para mantenerse o apartarse del Tribunal. De hecho, es la segunda recusación a la cual se enfrenta Barrientos.
En la primera, incluso, Vox —acusación popular en el caso— se añadió por temor que la causa quedara intoxicada por las declaraciones del presidente, tal y como pasó en el juicio a los miembros independentistas de la mesa del Parlamento que presidía Carme Forcadell. La sala de lo penal del Tribunal Supremo obligó a repetir el juicio a los cuatro encausados por falta de un juicio imparcial.