Según la policía española, el periodista y escritor Carles Porta, además de hacer el programa Crims para radio y televisión, documentales, artículos y libros, y la docuserie sobre la vida y milagros de los habitantes de Tor, todavía tenía tiempo para ser impresor. Pero no un impresor cualquiera, sino que según la hipótesis policial era el responsable de los pasaportes de una virtual república catalana independiente. Así lo exponen cuatro oficiales de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en un extravagante informe, con el sello de «confidencial», sobre la participación de Porta en la cada día más estrambótica trama rusa del Procés, que investiga, en el marco de la causa Volhov, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre.

La «ficha del investigado» individualizada de Porta incorporada a la causa, a la cual ha tenido acceso El Món, tiene fecha de 8 de julio, y consta de dieciséis páginas. Es uno de la decena de informes entregados al juez a mediados de julio, donde la policía intenta identificar el papel que cada uno de los investigados tenían supuestamente en un hipotético entramado de apoyo del Kremlin al proceso de independencia. Todo ello inspirado en otro documento, al cual también ha tenido acceso El Món, donde se describen todo el elenco de los implicados. Una investigación bautizada con el nombre de ‘operación Troya, una investigación con carácter aún «reservado». Además, el juez ha planteado a la policía investigar las cuentas corrientes de Costa para constatar si ha recibido ingresos provenientes de Rusia.

Parte del dossier de la operación Troya que investiga la injerencia rusa del Procés/Quico Sallés
Parte del dossier de la operación Troya que investiga la injerencia rusa del Procés/Quico Sallés

Informes débiles que ahora el nuevo fiscal quiere continuar

Curiosamente, todos los informes presentados al juez están llenos de información extraída de fuentes abiertas, de noticias de medios de comunicación abiertamente contrarios al soberanismo, especulaciones y partes descontextualizadas de conversaciones telefónicas, mensajes de Whatsapp o Signal, que a menudo son expresiones irónicas o comentarios que no tienen sentido o que no se entienden sin la conversación previa y posterior ni sin la relación personal de sus integrantes. Sea como sea, la imputación por delitos que «ponen en riesgo la paz, la independencia, la soberanía y la seguridad de España», un delito de traición, así como la pertenencia a organización criminal. Incluso, ven peligrosa una conversación donde Porta explica a su interlocutor, Víctor Terradellas, uno de los otros investigados, que «se va a hacer running para liberar tensiones» en pleno debate sobre si se proclama o no la DUI, en un diálogo donde ambos hablan sobre qué pasará con la situación política.

En conjunto, una investigación especulativa que imputa conductas que se interpretan como delictivas con una imaginación forzadamente exagerada, una interpretación rarísima de los hechos recogidos y una alta dosis de mala fe para mantener una acusación e investigación muy difícil de justificar. Sin embargo, así como el anterior fiscal del caso, Fernando Maldonado, frenaba continuamente una instrucción que consideraba prospectiva, el nuevo fiscal Ricardo Sanz-Gadea, tiene una postura diametralmente diferente. De hecho, la semana pasada presentó un escrito de cuatro páginas, al cual ha tenido acceso El Món, en el que se opone a los recursos de apelación interpuestos por varios investigados en la causa y opinaba que el esfuerzo del juez en escribir el relato valía la pena continuar la investigación y así lo solicitaba a la Audiencia de Barcelona.

Portada del informe confidencial sobre Carles Porta y la trama rusa del Procés/Quico Sallés
Portada del informe confidencial sobre Carles Porta y la trama rusa del Procés/Quico Sallés

«Un amigo íntimo de Puigdemont» y los salvoconductos

El informe policial sobre Carles Porta, sobre todo destaca y de hecho comienza enfatizándolo, que es «amigo íntimo de Carles Puigdemont», el presidente en el exilio, también investigado en esta causa y también con un informe personal policial nada despreciable. Así, afirman que ambos, «fruto de su trabajo como periodistas en medios catalanes», «forjaron un vínculo personal y profesional duradero». «Una relación», subrayan los analistas policiales, «que ha perdurado incluso cuando Puigdemont entró en política y se convirtió en presidente de la Generalitat». A partir de aquí, entran en el embrollo del atestado su pretendida amistad con Víctor Terradellas, el hombre del cual el juez ha extraído buena parte de los indicios de la trama rusa.

El punto más llamativo de los indicios recogidos es una conversación telefónica del 8 de noviembre de 2017, de la cual solo transcriben un párrafo, y que es una especulación irónica sobre la situación política y social de Cataluña. Según la policía, Porta «manifiesta su opinión sobre la necesidad de generar fronteras entre el territorio catalán y español». «En concreto», continúa el atestado, «propone la emisión de salvoconductos con un sello oficial de la república catalana para todos los vehículos que quisieran cruzar el territorio catalán como una especie de documento de viaje imprescindible para moverse libremente por el territorio». Un salvoconducto que, para la policía, pasaría los controles que en todo el territorio harían los CDR.

Para los investigadores, esta «circunstancia contradice los principios de libertad de movimiento dentro de la Unión Europea y dentro del mismo Estado español». «Además», aduce la policía, «esta propuesta de generar fronteras denota una clara voluntad de influencia en la política, al comentar este extremo con Víctor Terradellas, de la cual se infiere que el interlocutor propone cosas a este último, dando por hecho que Víctor Terradellas tiene una influencia importante en las decisiones del presidente».

Uno de los registros en Igualada de la operación Volhov dirigidos por la Guardia Civil en octubre de 2020/Quico Sallés
Uno de los registros en Igualada de la operación Volhov dirigidos por la Guardia Civil en octubre de 2020/Quico Sallés

Análisis y cuentas corrientes

Los oficiales de información del CNP -la Guardia Civil se apartó de esta investigación coincidiendo con el cambio de mandos del instituto armado en Cataluña- utilizan el atestado para sacar conclusiones tendenciosas siguiendo los criterios marcados por el juez instructor. «Después del análisis de toda la información proporcionada a esta unidad investigadora», afirman, «se han obtenido indicios racionales y fundados de la existencia de un entramado ruso-catalán, formado por un grupo de independientes catalanes y miembros de los servicios de inteligencia y de la administración de la Federación de Rusia, que trabajaron de forma conjunta para la consecución de sus respectivos fines, para los catalanes, conseguir la proclamación de una República catalana por la vía de la unilateralidad y, para los rusos, lograr la desestabilización de la Unión Europea».

En este sentido, consideran que Porta forma parte de este entramado hasta el punto que el juez recomienda a los investigadores de la policía monitorear las cuentas corrientes del periodista para buscar si ha recibido dinero o ingresos de fuentes rusas. La propuesta del juez es del pasado 25 de junio y hasta ahora aún no se ha comunicado a las partes si se ha llevado a cabo. Una opción que, de momento, está a la espera de que la Audiencia de Barcelona detenga o no esta investigación.

Providencia del juez Aguirre proponiendo a la policía investigar las cuentas corrientes de Carles Porta/Quico Sallés
Providencia del juez Aguirre proponiendo a la policía investigar las cuentas corrientes de Carles Porta/Quico Sallés

Las defensas, además de insistir en la mala fe y la inconsistencia de la instrucción, recurrieron la apertura de la nueva pieza separada, que tildan de fraude de ley por el hecho de que el magistrado haya creado una pieza separada para evitar cerrar una instrucción en fecha del 1 de agosto de 2023. La fecha que la Audiencia de Barcelona decidió que debía cerrar la instrucción, lo que invalidaba las investigaciones posteriores. Abrir una pieza separada es una maniobra que en el argot judicial se conoce como «clonación procesal» para evitar el archivo de una causa por imperativo de un tribunal superior.

Carles Porta, creador y director de 'Crims', durante la entrevista con El Món / Mireia Comas
Carles Porta, creador y director de ‘Crims’, durante la entrevista con El Món / Mireia Comas

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