Los encausados de el caso Volhov, la conocida como «trama rusa» del Proceso, se sublevan contra los recientes intentos del juez Joaquín Aguirre para esquivar la ley de amnistía con una imputación por alta traición. Gonzalo Boye, abogado del presidente al exilio Carles Puigdemont, entre otros de los líderes independentistas encausados, ha anunciado en una entrevista al programa
Parte de la estimación del delito por parte de Aguirre parte, apunta Boye, de la prohibición impuesta por la Audiencia de Barcelona de continuar investigando el caso, tal como reconoce el mismo magistrado a la segunda página de su interlocutoria. «Como que esto no ha estado suficiente, dice que ha buscado una solución alternativa por razones de equidad y justicia, así como por la importancia histórica de la Unión Europea», recuerda el abogado de los encausados; si bien pone otro nombre a este procedimiento. «En derecho, una solución alternativa se llama prevaricación». En este sentido, critica la posición histórica de Aguirre, ya antes del proceso, de quien dice «esperarse esto y muchas cosas». Su planteamiento, continúa, es «psicodélico»; y no encaja con los requisitos que recoge el delito de alta traición. «Aguirre ya hace más de ocho años que gasta recursos públicos por una obsesión. Estamos ante un disparate», concluye Boye.

Mas: «No es justicia»
Entre los afectados por el ataque de Aguirre destaca el presidente Artur Mas, acusado también de alta traición en el nuevo movimiento de la judicatura española. En una entrevista este mismo sábado a