Finalmente, la sección séptima de la Audiencia de Barcelona ha decidido cerrar el caso de Anna Gabriel, la exlíder de la CUP que permaneció cinco años en el exilio, en Suiza, acusada de desobediencia a raíz de su participación en la organización del referéndum del Primero de Octubre de 2017. Según la interlocutoria, de cuatro páginas y a la que ha tenido acceso El Món, la fiscalía presentó un escrito el pasado 30 de noviembre instando al sobreseimiento libre del caso, a la vista de que no consideraba los hechos constitutivos de delito. La defensa de la exportavoz cupaire también presentó un escrito con la misma intención el 24 de octubre. Por otro lado, el tribunal hace constar que la acusación popular de Vox, a pesar de estar personada, no se ha pronunciado sobre los hechos.
El cierre del caso llega después de un periplo judicial que se comenzó en la causa especial del Procés en el Tribunal Supremo, instruida aún por el magistrado Pablo Llarena. La diputada de la CUP, que fue citada a declarar en la sede del tribunal el mes de marzo de 2018, optó para exiliarse a Suiza. Ahora bien, en octubre de 2022 decidió volver al Estado español y compareció ante Llarena, que le comunicó su imputación por desobediencia. Pero el juez declinó su competencia, al considerar que Gabriel ya no era aforada. La causa recayó a la Audiencia de Barcelona que admitió la causa.
Nadie se ha acordado de ella
Así, la Audiencia dio trámite en octubre a formular los escritos de acusación y de defensa. El ministerio público decidió dejar correr el caso y, a la vista de los hechos instruidos, pedir el sobreseimiento. La defensa alegó exactamente lo mismo. La sorpresa ha sido que Vox, especialmente beligerante en los casos derivados del Procés, decidió ni responder al oficio que lo conminaba a presentar su acusación.
