Joan Pinyol está cada vez es más cerca de sacar a su abuelo, Joan Colom Solé, del Valle de los Caídos. Después de 15 años de lucha para recuperar el cuerpo de Joan Colom, enterrado en el mausoleo franquista, la nueva ley de memoria histórica española, aprobada por el PSOE y Podemos con la abstención de ERC y el no de Junts y la CUP, ha permitido iniciar ahora las obras de exhumación de las víctimas del Valle de los Caídos.

Joan Colom Solé, abuelo de Joan Pinyol / Cedida
Joan Colom Solé, abuelo de Joan Pinyol / Cedida

La historia de Joan Pinyol para recuperar a su abuelo

La historia de Joan Pinyol es un relato de lucha y de mantenerse firme ante las trabas del Estado español para recuperar los restos de su abuelo. Hace 15 años que batalla para poder enterrar al padre de su madre en su pueblo, Capellades (la Anoia). De esta forma, su madre, a punto de hacer 93 años, se reencontraría en cierto modo con el padre que vio marchar durante la Guerra Civil y que no volvió nunca más. De hecho, Pinyol incluso ha escrito un libro narrando la historia: Abuelo, te sacaré de aquí! (Ed. Saldonar).

Tal como explica Joan Pinyol en declaraciones en El Món, su abuelo murió el 5 de marzo de 1939 en el campo de concentración de la Seu Vella de Lleida. Con 40 años y de la leva del saco, las tropas republicanas lo llamaron a filas el 18 de octubre del 1938, cuando ya quedaban pocos meses para el final de la Guerra Civil. «No combatió nunca. Estuvo a la retaguardia, haciendo vigilancia nocturna. No estaba en el frente», explica su nieto. De hecho, estuvo destinado en el aeródromo que había en la Garriga, pero el 24 de diciembre del 1938 una derrota republicana le obligó a marchars a Sant Julià de Vilatorta (Osona). Solo un mes y diez días más tarde, el 2 de febrero del 1939, los franquistas llegaron a Vic y lo encarcelaron. En un camión, se lo llevaron hacia Lleida, la cual ya hacía meses, desde abril, que era una capital ocupada por las tropas de Franco.

Muerto en el campo de concentración de Lleida

Ya en el campo de concentración de la Seu Vella de Lleida, murió por las nefastas condiciones higiénicas. «Tenía infecciones y murió por una epidemia de tifus«, explica Pinyol. Su abuela reclamó los restos, pero se lo denegaron. «Le dijeron que fuera buena cristiana y una buena madre y que no incordiara«, explica Pinyol. Los restos de Joan Colom fueron enterradas en una fosa, donde durante toda la vida su familia le había ido a llevar flores. Aun así, el giro de guion se produce en 2008, cuando Joan Pinyol identifica el nombre de su abuelo en una lista de personas enterradas en el Valle de los Caídos en un artículo de la revista Sàpiens. «Fue casualidad. Buscaba a ver si había alguna persona de Capellades y me encontré con la sorpresa de que había el nombre de mi abuelo», narra.

Aquí empieza toda la historia de lucha de su familia para llevar a su abuelo a casa. Supo que, el 21 de julio de 1965, un total de 502 cadáveres de aquella fosa fueron trasladados para llenar el Valle de los Caídos. Tal como explica el abogado e historiador Josep Cruanyes, era una práctica habitual de la época para llenar el mausoleo franquista. El objetivo de este cementerio gigante era «hacer honor» a las personas del bando franquista que habían muerto durante la guerra. Como tardaron una veintena de años en construirlo, el régimen franquista se encontró con el problema de la negativa de muchas familias del ‘bando nacional’. «Cogieron centenares de republicanos para llenarlo ante la negativa de familias franquistas a trasladar los cadáveres de un lugar a otro», explica Cruanyes.

La familia de Joan Colom Solé y de Joan Pinyol / Cedida
La familia de Joan Colom Solé y de Joan Pinyol / Cedida

El traslado de Lleida hacia el Valle de los Caídos

En el caso de Joan Colom, esto sucedió sin ninguna notificación a la familia. «Mi abuela y el mío tío se murieron sin saber esto», asegura Joan Pinyol, quien considera que su abuelo fue «un hombre de paz». De hecho, explica incluso que el cadáver de su abuelo fue movido otra vez durante la Transición. La familia de Joan Colom pidió en 2010 recuperar el cuerpo al gobierno español presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, pero les denegaron la petición. «Fue en agosto del mismo año cuando nos convocan a una reunión y nos explican que tienen un plan de prospecciones por saber en qué estado se encuentran los cuerpos», explica Pinyol.

En septiembre de 2010, Joan Pinyol va por primera vez al Valle de los Caídos para recuperar el cuerpo de su abuelo y, entonces, es cuando se encuentran con una sorpresa más: a su abuelo lo habían trasladado a otro lugar del Valle de los Caídos. Resulta que en 1990, en pleno gobierno de Felipe González, se trasladaron toda una serie de cuerpos a causa de las humedades que provocaban las lluvias. «No nos avisaron. Ahora está en la capilla del Pilar, en el mismo recinto. Las construyeron cajas nuevas. Con mi abuelo no tendrán ninguna dificultad para acceder al cuerpo», explica el nieto de Joan Colom.

De hecho, gracias a esta facilidad, Colom espera que no pongan de excusa las «dificultades técnicas» de los primeros cuerpos que tienen que exhumar para sacar el resto. En cuanto a la nueva ley de memoria histórica, Colom asegura que valora los dos gestos de sacar a Franco y a Primo de Rivera, pero «da risa, porque son las únicas familias que no querían que los sacaran de allá».

Cruanyes, crítico con la ley de memoria histórica

Josep Cruanyes, que es uno de los principales promotores del retorno de la documentación confiscada por la dictadura franquista a Cataluña a través de la Comisión de la Dignidad, considera que todo ello «llega tarde». «La ley de memoria histórica anterior decía que el Valle de los Caídos era un cementerio. Como cementerio, tú puedes pedir el traslado de una persona a otro lugar», asegura Cruanyes, quien cree que las familias «tienen todo el derecho a recuperar los cuerpos de sus familiares».

El abogado e historiador opina que las leyes «han sido la excusa» y considera que la nueva ley es «de mucha declaración y poca práctica». «La nueva ley dice que los lugares donde se practicó violencia contra las personas se declararán lugares de memoria histórica, pero el ministro dice que como que ningún juez concluye que después del franquismo haya habido torturas, no incluye los casos en época democrática», explica Cruanyes, quien recuerda como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado al estado español en siete casos de tortura, entre ellos un caso que involucra el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska.

Así mismo, también critica que no se devolvieran los bienes confiscados. «Hay dinero confiscado en el banco de España. A pesar de que dicen que lo estudiarán, es una declaración de cara en la galería», se queja Cruanyes. Así mismo, también remarca como, del trabajo esclavo, es público qué empresas se beneficiaron. «Si hablamos de justicia transicional, hablamos de reparación», opina el abogado. Sobre qué hay que hacer con el Valle de los Caídos, Cruanyes considera que se tendría que enseñar como hacen con los campos de concentración los alemanes.

Más noticias
Notícia: Jaume Asens deja la política y no se presentará a las elecciones del 23-J
Comparte
Asegura que "nadie es imprescindible y hay momentos en los que hay que saber dar un paso al lado", en este caso, en favor de Aina Vidal, que lo sustituirá al frente de la lista
Notícia: El 96% de playas catalanas tienen una calidad «excelente»
Comparte
Desde el 15 de junio hasta el 30 de septiembre se está llevando a cabo el plan de control y vigilancia de las aguas de baño
Notícia: El PP atrapa al PSOE y Sumar supera a Vox, según el CIS
Comparte
El último barómetro deja a socialistas y populares a solo medio punto de diferencia después de las municipales
Notícia: La CUP gobernará en Berga después de la renuncia de Junts a buscar alternativas
Comparte
Ivan Sànchez repetirá como alcalde a la espera de saber si los anticapitalistas reeditarán el pacto con ERC

Nuevo comentario

Comparte

Icona de pantalla completa