Finalmente han sido dos mujeres, una catalana y una francesa, las que han decidido elevar una protesta a la presidencia del Parlamento Europeo y de la comisión de Peticiones de la Eurocámara. El motivo no es otro que la obsesión del españolismo de parar la inmersión lingüística al sistema educativo de Cataluña. La gota que ha hecho derramar el vaso y la queja formal ha sido la convocatoria para este martes de cuatro «expertos» en educación para comparecer en esta comisión. Entre los «expertos», el diputado de Vox en el Parlamento, Manuel Acosta, Teresa Freixes, presidenta de Concordia Cívica, asociación abiertamente contraria al modelo de inmersión en Cataluña) y Jesús Rul Gargallo, autor del libro «Nacionalismo catalán y adoctrinamiento escolar».

A la vista de la agenda, la abogada Teresa Rosell -una de las que participó en la absolución del caso de los 9 de Almeces- y la traductora Christelle Dauvergne, han registrado una queja formal, a la que ha tenido acceso El Mundo, denunciando que se infringen los valores de la Unión Europea al hacer un «uso partidista» de la comisión de Peticiones para ir contra una «minoría lingüística» y más semanas después de que el mismo Tribunal de Justicia de la Unión Europea haya apuntado que los catalanes pueden formar parte de un «grupo objetivamente identificable». Las dos ya hace más de un año que están denunciando esta situación. Hoy, pero, no ha sido la única queja. Este lunes la Plataforma por la Lengua también ha remitido una protesta por carta a la presidenta de la Eurocámara.

Cinco años de trabajos de Dolors Montserrat

Según la queja, a la que ha tenido acceso El Mundo, los hechos empezaron cuando hace cinco años la eurodiputada catalana del PP, Dolors Montserrat, avaló una petición de una excandidata del PP y presidenta de la Asamblea miedo una Escuela Bilingües, Ana Losada, sobre la legalidad de la inmersión lingüística en alumnas de , es decir, que no tendrían, a priori, un arraigo en Cataluña a largo plazo. Esta petición se admitió el 13 de diciembre 2017, y según las denunciantes, se ha mantenido «misteriosamente abierta» durante cinco años a pesar de que el comisario de Cultura y Educación, Didier Reynders, aseguró en una respuesta escrita que la inmersión no era competencia europea.

El texto de la queja asegura que la comisión mantiene abierta esta petición «gracias a un escandaloso juego de mano política y partidista«. Incluso destaca que a la peticionaria ha tenido un trato preferencial en el sentido que ha tenido el derecho de comparecer en tres ocasiones (2018, 2020 y 2022). Una cifra que topa con el porcentaje de peticiones que se tramitan, menos del 10% de las peticiones por asuntos de la competencia de la UE. En este sentido, recriminan y acusan la comisión de Peticiones, la ESTALLE, de incumplir el reglamento del Parlamento y «ignorar las peticiones de la Comisión Europea y del presidente de la Comisión de Cultura». De aquí que apunten a Dolors Montserrat como la eurodiputada que espolea que la petición continúe abierta políticamente a la comisión. Un hecho que también ha denunciado la eurodiputada de ERC, Diana Riba, a través de su Twitter personal.

Apelación al sentido democrático

La queja recuerda que la Unión se basa en el respecto a los «derechos de las personas que pertenecen a minorías» y en que la educación no es competencia de la Unión Europea. Las dos firmantes de la protesta «apelan de manera solemne» al sentido democrático del presidente del Europarlamento. Así mismo, alegan el «respeto incondicional a la pluralidad de opiniones necesaria para cualquier debate democrático y a primeros de debate contradictorio». «Por la presente, denuncio la visión sesgada y altamente partidista del acto», se puede leer en el texto remitido.

De aquí que impugnan este acto titulado «El modelo de inmersión lingüística en Cataluña (España)» por la «razón que los expertos escogidos no representan el sector sociolingüístico». Un hecho que no muestra la «realidad en Cataluña». «Al validar este grupo de expertos decididamente contrario al modelo de inmersión en Cataluña, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo infringe deliberadamente los valores y principios que pretende defender, incluido el principio de no discriminación», razonan las dos. Así formulan la pregunta, «son admisibles los argumentos de los cuales pretenden luchar contra una hipotética discriminación lingüística en las escuelas públicas catalanas y que discriminan conscientemente en la elección de los expertos?»

«Señoras y señores, podéis continuar mirando hacia otro lado o actuar con responsabilidad, coherencia y firmeza en oposición en este uso partidista de la comisión ESTALLE respecto a la minoría (lingüística) catalana, que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha calificado recientemente como un «grupo objetivamente identificable»», añaden en el documento.

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