El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, no ha tardado en reaccionar a la aprobación del borrador de la Ley de Amnistía en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. En un texto publicado a X, ha celebrado que este jueves se ha hecho «un paso muy importante» para «acabar con la represión» contra el proceso soberanista, un proceso «legítimo, democrático, no-violento, que el estado español combate de una manera inaceptable e incompatible con el estado de derecho». Por otro lado, ha hecho un aviso por navegantes. Concretamente, ha recordado que con la Ley de Amnistía no se acaba nada y ha reivindicado «el derecho a continuar el proceso de independencia, a hacer política y a ejercer nuestros derechos sin ser violentados por las estructuras del Estado».
También ha hecho referencia a la represión cometida por parte del gobierno español durante el proceso. Ha destacado que «fue una mala decisión» que «hoy se ha empezado a revertir de una forma que los indultos no podían garantizar de ninguna forma». En este sentido, Puigdemont ha recordado que la Ley de Amnistía era «una de las condiciones» para poder tener una relación con los partidos del gobierno español «sin la interferencia de la judicatura patriótica».
Negociaciones
También ha hablado del impacto que la directriz debería tener en la relación con el gobierno español. Ha indicado que tendría que permitir «poder trabajar y avanzar» en el marco acordado para la investidura de Pedro Sánchez. «Lo que corresponde es negociar, no dar nada por aprobado y abordar todas las cuestiones, desde los presupuestos al reconocimiento nacional y el ejercicio del derecho a la autodeterminación», ha insistido el expresidente en el exilio, que a la vez ha agradecido los «esfuerzos» del equipo negociador de Junts per Catalunya y la «disposición» del PSOE a hacer las «mejoras necesarias» para «resolver las dudas y temores» que detonaron el voto en contra de su partido al primer borrador de la ley presentado al Congreso.