El Partido Popular continúa usando el rechazo a la ley de Amnistía como herramienta para su campaña electoral. En un acto en el marco del camino hacia las elecciones gallegas, el líder del partido conservador y expresidente de la Xunta Alberto Núñez-Feijóo ha reivindicado su candidato –y sucesor al frente del PP gallego– Alfonso Rueda como «la respuesta que no quiere escuchar Pedro Sánchez ni los nacionalistas».
En el mismo acto, celebrado en la plaza de toros de Pontevedra, Feijóo ha sacado en el debate público un importante activo popular en Galicia: el expresidente del gobierno español Mariano Rajoy. El que fue locatario de Moncloa durante dos legislaturas ha estado tan específico como el que aspiraba a sucederlo. Un gobierno alternativo al PP representaría, según Rajoy, «que gobiernen Puigdemont y Otegi». En este sentido, el exmandatario ha reivindicado su rol en la represión del independentismo a raíz del referéndum del 1 de Octubre frente a la ley de amnistía. La medida, denuncia, «quiere que los que violaron la ley y la Constitución sean los bonos, y los jueces, los fiscales y los que hicimos que se cumpliera, seamos los malos». Hacia el Partido Socialista ha dirigido una crítica por el que considera un ataque «inmisericorde al poder judicial»; llegando incluso a cuestionar veladamente el carácter democrático de los actos del ejecutivo. «Esto que vemos ahora no lo veíamos desde el 1978», ha concluido Rajoy.
«Puigdemont con otro nombre»
Durante su intervención en Pontevedra, Feijóo ha dirigido la mayoría de sus ataques hacia el que, según los sondajes, será el próximo 18 de febrero el principal rival de los populares para revalidar el gobierno regional: el Bloc Nacionalista Gallego. El presidente popular ha asegurado que un gobierno liderado por la formación de Ana Pontón –con un diputado clave en la mayoría de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, Néstor Riego– llevará en Galicia el mismo conflicto nacional que ha marcado la agenda política en Cataluña. «Sea de izquierdas o de derechas, ¿qué beneficio puede reportar en Galicia que el nacionalismo lleve aquí los problemas de fractura social de Euskadi o Cataluña?», ha cuestionado el jefe de la oposición. Similar ha sido la crítica que ha dirigido hacia la misma Pontón, de quien ha insinuado que es «Puigdemont con otro nombre».