La ley de amnistía ha despertado muchos de los instintos más ocultos de la derecha y la extrema derecha española. Siguiendo el ejemplo norteamericano que tanto gusta al PP de Isabel Díaz Ayuso, en esta ocasión los conservadores españoles han usado la red social TikTok para atacar el presidente al exilio, Carles Puigdemont. En un movimiento que solo se habría podido generar en un jefe innovador como el del jefe de gabinete de la presidenta madrileña Miguel Ángel Rodríguez –hombre de confianza de Aznar y una de las grandes figuras mediáticas del ala dura del Partido Popular durante la década pasada–, la cuenta del partido en la Comunidad de Madrid ha enviado Puigdemont a prisión a ritmo de

En el clip, los populares madrileños juntan dos imágenes del presidente al exilio: una primera, en una comparecencia en la Eurocámara; y una segunda, también en rueda de prensa, pero tapado por unas barras propias de una celda –en una edición, justo es decir, no de la mejor calidad–. Todo ello sobro la letra de Plan B:
La amnistía supera los ‘memes’
Malgrat las resistencias –políticas y , aseguran, humorísticas– del Partido Popular, la ley de amnistía ha acabado saliendo adelante con nuevos añadidos pensados para dar más cobertura a los encausados del proceso; entre ellos el presidente Puigdemont. El acuerdo, ratificado por la comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, esquiva parte del Código Penal español para regir la excepción a las acusaciones de terrorismo o de traición a las normativas europeas, hecho que no ha gustado a los populares. La portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha tildado el movimiento de «ley corrupta». «Aquí no se ha cerrado nada», amenazaba la misma Gamarra, ante la celebración de los partidos catalanes, así como de los socialistas y sus socios de gobierno, Sumar.