Junts per Catalunya intensifica su presión sobre el gobierno español para lograr concesiones políticas para Cataluña. Además, busca unir fuerzas con el grupo parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados para «plantarse» ante el ejecutivo de Pedro Sánchez. «Están débiles y divididos, y debemos hacer de esta debilidad nuestra fuerza», ha afirmado la portavoz del partido independentista en las cortes españolas, Míriam Nogueras, en declaraciones al programa de Televisión Española Cafè d’Idees. En un momento de tumulto en el Partido Socialista, entre el escándalo por los casos de acoso sexual de varios líderes del partido y las tramas judiciales que implican a Koldo, el exministro José Luís Ábalos o la fontanera Leire Díez, Nogueras buscará presionar a Sánchez para que acepte hacer políticas a favor de Cataluña «que nunca se había planteado».
De hecho, en la misma conversación, Nogueras ha reivindicado la estrategia de confrontación con la Moncloa que ha mantenido su partido desde la ruptura de relaciones que anunció el presidente de la Generalitat en el exilio y líder del partido, Carles Puigdemont. La líder de Junts en el Congreso ha recordado que Sánchez ha llegado a reconocer los «incumplimientos» que acumula su ejecutivo respecto al pacto de investidura firmado con los independentistas; y ha argumentado que «hay una manera diferente de relacionarse con el gobierno español», más productiva que la que ha llevado a cabo ERC hasta ahora.

Confrontación por el déficit
La oferta de Junts llega tras la enésima disputa entre las dos formaciones catalanas en el Congreso de los Diputados; esta vez a cuenta de los objetivos de déficit del ejecutivo para el período 2026-2028. La senda financiera de Sánchez cayó el jueves con los votos en contra del partido de Puigdemont, Vox, el PP y UPN. La negativa provocó que el líder de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, reclamara en sus redes sociales a Junts «que deje de hacer daño a Cataluña».
A pesar de las acusaciones republicanas, Nogueras ha defendido su voto, y ha advertido que la propuesta que lanzó en el hemiciclo la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, era «una zanahoria más» para Cataluña. «Vendía el proyecto como si tener 1.000 millones más fuera algo grandioso, cuando corresponderían más de 8.000 millones», ha criticado. De cara a Rufián, ha rematado que «cambiarían muchas cosas» si su partido «dedicara la energía a exigir al Estado lo que pertenece a la ciudadanía de Cataluña», y no a confrontar con los junteros.

