Los Comuns comienzan a aclarar su potencial voto positivo a los presupuestos de la Generalitat de Catalunya. En declaraciones a la agencia Europa Press, la coordinadora de la formación, Candela López, ha alabado el anuncio de la aprobación del régimen sancionador de la ley de vivienda, una de sus principales banderas discursivas de cara al gobierno de Salvador Illa. Según López, la entrada en vigor del sistema, que permite multar a los propietarios que cometan infracciones según la norma española, es «un buen primer gesto» en los contactos con los socialistas. «Lo vemos como una buena noticia, vemos que se puede empezar a avanzar en las negociaciones, y esperamos que los presupuestos salgan adelante cuanto antes», ha declarado.

Por ahora, sin embargo, los intercambios permanecen «parados», a la espera de que se desbloquee la situación política general, enfriada en buena medida por el congreso de Esquerra Republicana de Catalunya. Para López, deberían retomarse «después de fiestas» para intentar tenerlos en vigor durante los primeros compases del curso 2025. No obstante, a juicio de los Comuns, «aún queda mucho por avanzar» antes de poder sellar un acuerdo, especialmente en materia de vivienda -un tema del que los morados han hecho especial bandera desde las elecciones del 12-M-. Sin embargo, también contemplan cuestiones como la regulación del turismo, que concretan en un aumento de la tasa turística.

Gemma Tarafa (izquierda) y Candela López / Comuns

«Encontrarse» con Esquerra

Sobre los contrapesos que las izquierdas pueden acumular en el Parlamento frente al Gobierno, López desea «encontrar en muchas de las medidas» que quieren llevar al presupuesto a los representantes de Esquerra Republicana de Catalunya. A pesar del repliegue del reelegido presidente del partido Oriol Junqueras, que niega ahora «nuevos pactos con los socialistas», la dirigente de los Comuns ve caminos para el entendimiento, y atribuye la postura de la nueva dirección republicana a una «estrategia de negociación» más que a una postura de principio irrenunciable. Con todo, deja la pelota en el tejado del PSC: «son ellos quienes deben impulsar las cuentas y quienes deben dar respuestas a las exigencias» de sus socios de investidura. Un ejemplo, asegura, ha sido la reforma de la fiscalidad del juego para ahuyentar el Hard Rock del Camp de Tarragona. Con la retirada de los importantes beneficios impositivos, que reducían las tasas a la actividad del casino del 55% al 10%, «incluso la patronal lo ha dicho, no hay ningún incentivo para invertir allí». «Han dado por muerto el proyecto», celebra.

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