La dirección de Esquerra Republicana de Cataluña se está planteando avanzar el congreso del partido. En un primer momento, los republicanos habían fijado el congreso para escoger nueva ejecutiva de cara a finales del mes de noviembre, pero han decidido pedir un informe jurídico por saber si es posible avanzarlo, tal como pide el entorno de Junqueras, según han explicado fuentes de ERC a la ACN. Esta decisión llega horas después de que se haya hecho público que más de un tercio de los consejeros nacionales reclaman avanzar el congreso y celebrarlo a finales de octubre. Para abordarlo, la dirección del partido y la candidatura de Junqueras se reunirán el próximo 28 de agosto. Aun así, la dirección del partido «lamenta» que se haya «motivado» este debate a través de los medios de comunicación antes de hablar a la reunión fijada y añaden que es «extraño» que quien fijó la fecha del congreso, en referencia a Junqueras, ahora quiera cambiarla, según la ACN.
La razón por la cual la dirección del partido pide este informe jurídico porque los estatutos de la formación fijan un máximo de tres meses desde la dimisión del presidente por la celebración del congreso. Por lo tanto, si Junqueras dimitió el 10 de junio, este plazo expiraría el 10 de septiembre y solo se podría alargar el plazo si hubiera una repetición electoral, un escenario imposible ahora mismo. Fuentes del entorno de Junqueras recuerdan que con el adelanto habría cinco meses desde que él plegó hasta la celebración del congreso, teniendo en cuenta que una vez se decide la fecha tienen que pasar 50 días de preparación.

Actualmente, la fecha del congreso está fijada por el 30 de noviembre y desde la dirección consideran que se quiere avanzar con «motivos tecnojurídicos dudosos», pero igualmente aseguran que pedirán este informe para conocer si es posible. Las mismas fuentes recuerdan que el congreso se planteó después de un debate de la ejecutiva nacional y que tiene el reglamento aprobado por el consejo nacional del partido el 29 de junio. Además, también consideran que los estatutos del partido no prevén «en ningún caso» la potestad de avanzar un congreso ya acordado. Aun así, si se apostara por un nuevo día, desde la dirección comentan que se tendría que seguir el mismo procedimiento que se hizo con el 30 de noviembre. Primero un acuerdo de la ejecutiva y después la correspondiente modificación del reglamento del consejo nacional.
La fecha del 30 de noviembre se eligió «para garantizar las condiciones democráticas y necesarias para el debate y la reflexión que necesita la organización» y ante una hipotética repetición electoral que «dificultaría mantener la fecha», explican desde las filas republicanas. Además, fuentes de ERC apuntan que «cambiar las fechas con todos los reglamentos aprobados podría considerarse un agravio por los militantes que no plantean ni preveían este cambio».
Revuelta entre los consejeros nacionales
Esta reacción de la dirección de ERC llega después de que más del 30% de los consejeros nacionales del partido reclamen un adelanto del congreso. Según ha avanzado Catalunya Ràdio, más de un centenar del total de 300 consejeros han firmado la petición por obligar la ejecutiva a debatir el adelanto del congreso. De hecho, prevén registrar la solicitud formal a lo largo de los próximos días, un hecho que provocaría la convocatoria de un nuevo consejo nacional extraordinario para abordarlo. Si se aprobara el adelanto, los republicanos podrían situar el congreso un mes antes del previsto, a finales de octubre.
A la vez, hay que recordar que durante este verano Junqueras ha hecho su particular vuelta en Cataluña por encontrarse con las bases de todo el país para tantear sensaciones de cara una posible reelección como presidente del partido. Además, desde el entorno de Junqueras apuntan que no ha sido él quien ha promovido esta recogida de firmas para avanzar el congreso, sino que han sido los mismos consejeros. Paralelamente, el sector afín a Marta Rovira, la actual secretaria general, está articulando una candidatura alternativa.
Críticas a Junqueras
Por otro lado, también ha habido varios militantes que han criticado la presión de Junqueras para intentar avanzar el congreso. El exalcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha preguntado si realmente «ahora toca deslegitimar el proceso congresual» añadiendo que «los valores republicanos y lo ‘cesarismo’ no son demasiado compatibles», ha añadido. Por su parte, el exdiputado en el Parlamento, Jordi Orobitg, ha reprochado directamente Junqueras que «un líder nunca rehúye el debate y la confrontación».
En cambio, el líder de ERC a Madrid, Gabriel Rufián, y afín a Junqueras, ha aprovechado para compartir un tuit de un militante republicó donde asegura que «hay que repensar y aprender de los errores, hay que devolver el orgullo de pertenencia a un partido, a unos principios, a unas siglas, y a una manera de hacer las cosas. Y hace falta que la militancia decida y defina este futuro cuanto antes mejor». El ex consejero de Exteriores Bernat Solé, también afín a Junqueras, se ha mostrado partidario del adelanto. «Los estatutos acordados son para ser cumplidos. Obviarlos es poco republicano», ha asegurado.
El exdiputado en el Congreso, Joan Tardà, también ha escrito a X que «es tan conveniente el adelanto del congreso de ERC como lo es que la actual dirección, integrada por compañeros ‘roviristes’ y ‘junqueristes’, no se vayan sin haber resuelto el asunto de la propaganda de falsa bandera». «Unos y otros se juegan la credibilidad».