«El PSC se comportará con respeto y generosidad». Este fue el mensaje que lanzó el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en clave catalana después de que los socialistas catalanes ganaran con rotundidad las elecciones europeas por ante Junts per Catalunya y Esquerra, que, a estas alturas, son las dos formaciones con más números de obtener la presidencia del Parlamento si se forma lo que se está llamando una “Mesa antirrepresiva». Una opción que gana bastante mientras el PP acusa el PSC y el independentismo de trabajar conjuntamente para dejar fuera los populares «fuera» de la Mesa del Parlamento. Sea como fuere, las formaciones involucradas guardan un hermetismo absoluto y no quieren avanzar nada del que pasará dentro de unas horas.
Malgrat que el PSC de Illa ganó los comicios del pasado 12 de mayo y es el partido con más representación parlamentaria con 42 diputados, las tres formaciones independentistas, Juntos, Esquerra y la CUP, que suman 59, se están moviendo para formar una Mesa «antirrepresiva», sumando en el acuerdo los Comunes, que apuestan por una mayoría de izquierdas y se han abierto a apoyar a un candidato de ERC a la presidencia del Parlamento.
A estas alturas, la formación de extrema derecha Vox es la única formación que ya ha comunicado que solo apoyará a su propio candidato, pero ha evitado especificar el nombre. Durante estos últimos días han sonado algunos nombres, a pesar de que cabe de ellos cuenta a estas alturas con confirmación oficial del partido.
Por parte del PSC, han sonado los nombres de Ferran Pedret i Ramon Espadaler, y por parte del independentismo suena la opción que Anna Erre (Juntos) pueda repetir o que su relevo lo coja alguien de Esquerra Republicana como Laura Vilagrà o Joan Ignasi Elena.
Los diputados necesitan una mayoría absoluta de la cámara, 68 diputados, para ser elegidos presidente del Parlamento. Si cabe de ellos lo consigue en primera vuelta, se hace una segunda votación entre los dos candidatos que han obtenido más votos en la primera y es presidente aquel diputado que obtiene más votos que el otro. La votación es secreta y cada diputado deposita la papeleta con el nombre en una urna.
La elección del presidente del Parlamento es clave porque es la persona que tiene que proponer un primer candidato a presidente de la Generalitat después de coger el apoyo de los aspirantes Salvador Illa y Carles Puigdemont con los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios, que todavía no están designados.
Por otro lado, los dos vicepresidentes y los cuatro secretarios de la Mesa se escogen por orden correlativo de los diputados que reciben más apoyos en cada una de las votaciones.

El PP acusa el PSC de maniobrar con el independentismo por la Mesa
Sábado, la CUP volvió a insistir en la necesidad de constituir esta Mesa «antirrepresiva» para «garantizar derechos, defender la soberanía del Parlamento, los derechos de sus diputados y diputadas y hacer frente a la represión» del estado español. En este sentido, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha acusado los socialistas catalanes de maniobrar conjuntamente con el independentismo para dejarlos fuera del órgano rector de la cámara catalana. En una entrevista en TV3, ha defendido que con los resultados del 12-M los corresponde un lugar, pero ha criticado que «el PSC si continúa sin respetar el mandato de las urnas, no solo en España, sino en Cataluña también». De hecho, los populares, si no hay unos acuerdos entre socialistas e independentistas, podrían decantar la balanza por la elección del nuevo presidente o presidenta de la cámara con sus 15 diputados.
El independentismo garantiza el voto de Puigdemont y Puig a pesar del TC
Por otro lado, Juntos por Cataluña y Esquerra Republicana ignorarán la resolución del Tribunal Constitucional (TC) de prohibir el voto telemático y permitirán que los diputados de Juntos Carles Puigdemont i Lluís Puig y el de Esquerra Ruben Wagensberg puedan votar en la sesión constituyente del Parlamento, que estará presidida por la mesa de edad, formada por Agustí Colomines (Juntos), el diputado de más edad que presidirá la sesión, y Mar Besses (ERC) y Júlia Calvet (Vox), las dos diputadas más jóvenes que actuarán como secretarias.
La mayoría independentista permitirá así que los tres diputados al exilio puedan votar en esta sesión constituyente. El caso de Wagensberg, de hecho, no supone un problema, puesto que el diputado republicano se encuentra de baja médica, un supuesto que queda recogido en el artículo 95 del reglamento del Parlamento que, en cambio, no hace ninguna mención concreta a la situación de Puigdemont y Puig y hay la posibilidad que las formaciones puedan presentar un recurso de amparo al TC contra esta autorización.