Cataluña inicia un nuevo año y lo hace sin presupuestos aprobados, un hecho que cada vez es menos extraño y que se está convirtiendo en una tradición. Este año, y a pesar de las críticas feroces a Pere Aragonès y ERC por no aprobar los últimos presupuestos a tiempo, el Gobierno de Salvador Illa tampoco ha sido capaz de convencer a sus socios de investidura para tener listos los presupuestos para el 1 de enero, como indicaría la guía de buenas prácticas parlamentarias.

Illa se ha visto obligado a prorrogar a regañadientes unos presupuestos que, en realidad, son los de 2023, ya que el año pasado el atasco de los Comunes con el Hard Rock imposibilitó aprobar unos nuevos y forzaron a Aragonès a convocar elecciones. Pero la prórroga presupuestaria es un mecanismo que cada vez se usa más ante la fragmentación del Parlamento y la dificultad de llegar a acuerdos. Según datos recopilados por la Agencia Catalana de Noticias (ACN), en los últimos 25 años, el gobierno de turno solo ha sido capaz de aprobar los presupuestos antes del 1 de enero en nueve ocasiones, en 10 más se han tenido que prorrogar antes de alcanzar un acuerdo y en seis ni siquiera se han aprobado.

Los datos son aún peores si se reduce el período y se analiza a partir de la llegada de Artur Mas (CiU) a la Generalitat en el año 2011. Desde entonces, el Parlamento ha aprobado los presupuestos a tiempo en solo una ocasión y en seis años directamente no ha habido presupuestos: en 2016 la cámara catalana rechazó los presupuestos de Carles Puigdemont, al igual que en 2024 con los de Aragonès. Los años 2013, 2018, 2019 y 2021, estos tres últimos coincidiendo con el 155 y el postproceso, los presupuestos no llegaron ni a votación en el Parlamento porque el Gobierno era consciente de que no tenía suficientes apoyos para sacarlos adelante.

Más curiosidades del viacrucis de los presupuestos catalanes

El período más largo en el que Cataluña no ha tenido presupuestos ha sido de más de tres años: los que van desde los presupuestos aprobados por el Parlamento el 22 de marzo de 2017, con Carles Puigdemont como presidente, y los presupuestos aprobados el 24 de abril de 2020, en plena pandemia y con Quim Torra al frente de la Generalitat. Durante el mandato de Torra, su Gobierno solo logró aprobar unos presupuestos, los de 2020, y después de una prórroga, mientras que en los otros tres años ni siquiera llevó una propuesta al Parlamento: en 2018 Torra no fue investido hasta junio por el 155 y en 2021 el presidente catalán estaba suspendido por colgar una pancarta a favor de los presos políticos y los exiliados en la fachada del Palau de la Generalitat.

¿Cuánto han durado las prórrogas?

La duración de las prórrogas es variable y siempre está condicionada a la coyuntura del momento y la habilidad del gobierno de turno de convencer a la oposición. En lo que llevamos de siglo, han durado entre menos de un mes y siete meses. La más corta fue en el año 2014, cuando los presupuestos se aprobaron el 22 de enero. Y la más larga es compartida entre los años 2004 y 2011, primero con Pasqual Maragall de presidente y luego con Artur Mas. En ambos casos se terminaron aprobando en julio.

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