Continúan los movimientos en el independentismo de base fuera de las instituciones. Dempeus x la Independència se presentó hace dos semanas con un acto en las Cotxeres de Sants, y este miércoles es el turno de Parlament Lliure, la iniciativa impulsada por el exconsejero y exlíder de Reagrupament Joan Carretero y un grupo de activistas para celebrar unas “elecciones” para elegir un “Parlament lliure”, una cámara alternativa a las instituciones actuales para «implementar el resultado» del referéndum sobre la independencia del 1 de octubre de 2017, aplicando la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República. El acto tendrá lugar este miércoles, 18 de junio, a las 18 horas, en la sede del CADCI, en la Rambla Santa Mònica de Barcelona.

Dos de los impulsores de la iniciativa explican, en conversación con El Món, que la idea surge porque consideran que es políticamente oportuno y que hay que «desbloquear el callejón sin salida en el que nos encontramos hoy» para aplicar el mandato del 1-O. El exdirigente de Reagrupament David Vinyals recuerda que «dos millones de personas votaron en 2017 a favor de la independencia». «Los representantes del Parlament autonómico parecen no querer ejecutar aquel mandato democrático y debemos dar una vía alternativa a los catalanes que votaron el 1 de octubre. Por lo tanto, elijamos a otros que lo hagan, que ejecuten lo que prometieron los que organizaron el referéndum», sentencia.

Francesc Mortés, exconcejal y expresidente de la sección local de ERC de Matadepera y exmilitante de Reagrupament, ahora en el Front Nacional de Catalunya, comparte con Vinyals que la idea surge porque «han pasado bastantes años desde 2017 y hay un mandato que sigue vigente, pero que el mundo político oficial y autonómico ha ignorado y era necesario retomarlo». Además, señala que Cataluña está «en una situación muy complicada como país y alguien tiene que ponerse a trabajar. «Es una vía de confrontación y de legitimidad. Tenemos una legitimidad autonómica, que emana del Parlament autonómico, que es una institución española, y nosotros queremos confrontar esta legitimidad con otra que emane del pueblo de Cataluña», añade Vinyals.

Unas «elecciones como dios manda» y no una «consulta»

Esta tarde darán todos los detalles sobre la propuesta, pero dejan claro que rechazan el término ‘consulta’ porque «son unas elecciones como dios manda». Vinyals avanza que quieren que estas elecciones «sean totalmente homologables». Por ello, una de las primeras cosas que pensaron fue separar la organización de las elecciones del censo. «Queremos que haya voto electrónico y esto es una condición para el voto electrónico, para mantener el secreto del voto», explica. En este sentido, añade que trabajan con la entidad Cens del Poble Català, con quien están totalmente alineados. «Son gente muy seria, que lleva años trabajando en esto, y tienen garantías muy elevadas de seguridad con la protección de datos», dice Mortés, y destaca que «proporcionan unos estándares de homologación propios de un país occidental».

«Queremos que sean unas elecciones con una altísima participación, y Cens del Poble Català está trabajando para encontrar una fórmula que permita encontrar el equilibrio entre unos estándares a escala internacional y, al mismo tiempo, fomentar la participación», añade. Además, el exconcejal de ERC explica que el proceso electoral comenzará con la presentación de candidaturas uninominales, a título personal, y añade que «cualquiera que esté en el Cens del Poble Català puede ser candidato». En este sentido, detalla que será una votación por «circunscripción electoral uninominal». Es decir, se elegirá un representante por cada distrito electoral. «Si en Barcelona hay veinte distritos, se elegirán veinte representantes, uno por cada distrito», y subraya que «es un modelo inglés».

Urna del 1-O / ACN

La seguridad jurídica de la propuesta

Tanto Vinyals como Mortés consideran que estas elecciones pueden salir adelante, pero vaticinan que el Estado español puede poner trabas. Vinyals, que es el más optimista de los dos, defiende el encaje legal de las «elecciones» porque «no están dentro de ninguna estructura política ni judicial española» y lo compara con «las elecciones de una asociación para elegir al presidente». No tiene ninguna incompatibilidad legal porque no se utiliza ninguna estructura española», sentencia. Mortés, por su parte, cree que habrá «muchos obstáculos» y señala que se producirá una secuencia clásica: «Primero, el Estado español no hará nada y luego intentará desacreditarlo. «Te ignoran, te desacreditan, pero ganas», concluye.

Una propuesta para removilizar el independentismo

Los impulsores de la iniciativa defienden que hay posibilidades de removilizar el independentismo porque, según David Vinyals, el movimiento «está expectante y esperando una alternativa a la situación actual». «Está desmovilizado porque ahora mismo no hay una alternativa, pero si se la damos se volverá a movilizar», insiste. En este sentido, y haciendo una lectura de la situación política actual, apunta que «ni Junts, ni ERC, ni la CUP están hoy en situación de hacer la independencia, básicamente por lo que han hecho después del referéndum». Es por eso que ponen sobre la mesa la propuesta de Parlament lliure, «otra vía, que no se ha probado nunca, y puede dar una alternativa a la situación actual». Mortés apunta que «el tiempo lo dirá» porque ahora mismo hay una desconexión «muy grande» entre el mundo oficial y la base. «Es necesario que surja una iniciativa que entusiasme lo suficiente», concluye.

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