Òmnium Cultural ha puesto por primera vez cifras a la represión del estado español contra el independentismo a raíz del Proceso y del referéndum de independencia del 1-O. Durante el discurso con motivo de la Diada, el presidente de la entidad, Xavier Antich, ha denunciado que después de un “trabajo exhaustivo y riguroso” que ha llevado cuatro años, la entidad ha identificado “como mínimo” a 1.432 personas que han sido condenadas, juzgadas o investigadas por el Proceso. Todas ellas se podrían beneficiar de la amnistía que Junts y ERC negocian a contrarreloj con el PSOE y Sumar de cara a una hipotética investidura de Pedro Sánchez. La presidenta de Junts, Laura Borràs, no está entre los posibles beneficiarios de la amnistía por el caso de la Institución de las Letras Catalanas.
Según los datos que Òmnium ha hecho públicas este 11 de septiembre, hay al menos 113 personas condenadas penalmente, 17 pendientes de sentencia, 387 con causa penal abierta, 880 sancionadas administrativamente y 35 pendientes del Tribunal de Cuentas. En total, un “mínimo” de 1.432 personas a las cuales “solo una ley de amnistía puede reconocer que los hechos por los cuales el estado las criminaliza no son ningún delito, sino ejercicio de derechos fundamentales”. Por eso, Antich ha pedido a Junts y ERC una “negociación seria” con el estado español y que demuestren que “pueden negociar de manera coordinada” por el bien del independentismo. “Esto no va de tener razón: esto va de ganar”, ha espetado Antich.

El presidente de Òmnium ha recordado que el estado español se encuentra en un “escenario inédito” y ha celebrado que el independentismo tiene una «oportunidad política indudable» que hay que aprovechar ahora que la aritmética parlamentaria es favorable. “No podemos perder esta oportunidad”, ha reclamado Antich. “Si en estos años de persecución, represión, violencia, prisión y exilio hubiéramos claudicado de nuestros ideales nacionales, hoy no habría ningún escenario favorable al reconocimiento de la lengua catalana, en el debate sobre la amnistía o el derecho de autodeterminación”, ha insistido. “Hace solo unos meses, de todos estos temas estaba prohibido incluso hablar. Y el estado, ahora mismo, paradojas de la historia, se ve obligado a hablar y a abordarlo”.