La división dentro de la Asamblea Nacional Catalana de los últimos meses no disminuye, sino que ya se han evidenciado réplicas en el ámbito territorial. Un enfrentamiento que, si ya era difícil de disimular en las reuniones del Secretariado Nacional —hasta el punto de que se decidió no entregar copias de las actas al sector disidente para evitar «sorpresas»—, ahora ha estallado en las poderosas asambleas territoriales de la plataforma independentista. Todo esto cuando está en marcha la asamblea general extraordinaria, que ha comenzado este miércoles y durará hasta el día 19, en la cual, de manera virtual, «todas las socias y socios pueden participar directamente en la confección de la hoja de ruta, que marca el futuro inmediato de la Asamblea«.

Pero esta descripción oficial del proceso no encaja con la sensación mayoritaria, al contrario. De hecho, diversas asambleas territoriales han manifestado su malestar por la situación que califican de «desprecio» que, según los que protestan, sufren por parte de la dirección nacional de la entidad, con sede en la calle Marina de Barcelona. Especialmente duras han sido las comunicaciones que se han enviado desde Tarragona, o desde las asambleas de L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona ciudad, Santa Coloma de Gramenet, de la Cataluña Central o Terrassa. Textos y mensajes que incluso han sugerido que debería «suspenderse de manera cautelarísima» la celebración del cónclave.

Asimismo, consideran que se superan «límites inaceptables» en las condiciones con las que se ha aprobado la hoja de ruta que se debe someter a votación o en las condiciones de urgencia con las que se ha convocado la asamblea, sin ninguna necesidad política, ni social, ni circunstancial que lo justifique, según el punto de vista de los críticos. En el mismo sentido, lamentan que muchas de las enmiendas presentadas han «desaparecido» del debate con la excusa de que tenían «defectos de forma sin que se haya dado la oportunidad de corregirlas». De momento, la tensión interna continúa con señales de un manifiesto malestar por el contenido, las formas y la falta de comunicación entre la calle Marina y las territoriales.

El Secretariado Nacional de la ANC, con Lluís Llach, en julio / Mariona Puig-ACN

Una urgencia innecesaria

El origen de las quejas es, por un lado, el «desprecio» que algunas territoriales han denunciado sobre todo desde la pasada Diada del 11 de Septiembre. En segundo término, la urgencia con la que el Comité Permanente ha puesto en marcha la Asamblea General Extraordinaria para aprobar la hoja de ruta. Precisamente, el mismo debate de fondo que ha provocado la disputa en el Secretariado Nacional entre oficialistas y disidentes. En esta línea, reprochan que les hayan «obligado a trabajar un documento de la importancia de la hoja de ruta, guía de navegación de la entidad, con una prisa innecesaria» y «a proponer enmiendas con el agua al cuello», comentan varias fuentes territoriales con El Món. En uno de los comunicados que se están circulando se llega a describir la situación como «incomprensible».

Asimismo, las territoriales alzadas consideran que hacer una convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria debe estar muy bien justificada y más cuando constituye «la primera en la larga historia de la entidad». «A pesar de las reiteradas quejas de las asambleas territoriales sobre tanta urgencia, nunca se nos han explicado los motivos por los cuales había que ir con tantas prisas», sentencia uno de los comunicados, firmado por varias territoriales de Barcelona como Sant Martí, Sants-Montjuïc, la derecha de l’Eixample, Ciutat Vella, Sant Adrià de Besòs, Sant Andreu, Fort Pienc y Horta Guinardó.

Estas delegaciones territoriales aseguran que el comportamiento del Secretariado y del Comité Permanente ha supuesto «graves distorsiones en la democracia interna de la entidad, ya que los plazos exigidos, en plenas fiestas de Navidad y Reyes, no han permitido a los socios y socias leer el texto y trabajarlo con condiciones, como tampoco poder asistir a las reuniones de trabajo por motivos obvios». 

Lluís Llach, en un acte de l'ANC/ANC
Lluís Llach, en un acto de la ANC/ANC

Inquietud por las enmiendas

En la misma tónica, las territoriales critican sin rodeos la tramitación de las enmiendas por parte de los responsables delegados del Comité Permanente. Las territoriales aseveran que ha habido «una rigidez intransigente ante pequeños errores cometidos por algunas AT en el procedimiento de enviarlas». Un detalle que no ha pasado desapercibido porque nunca se había dado esta situación. Veteranos activistas de la ANC explican a El Món que «toda la vida se contactaba con la territorial para corregir los errores o negociarlos». «Una decisión que ha borrado del mapa a muchos voluntarios que dedican parte de su tiempo y esfuerzo a trabajar para la ANC», añaden.

Desde Tarragona, Terrassa y Barcelona, además, indican «irregularidades» en la tramitación de las enmiendas. Por ejemplo, que se reclama al autor de las enmiendas un texto alternativo a las «enmiendas de supresión», lo cual no tiene ningún sentido. En otras se ha incluido el texto original en la parte que la enmienda había dejado en blanco o bien que, hasta última hora, y después de presiones, no se justificó la exclusión de enmiendas a la totalidad que habían desaparecido del dossier de la AGE.  

Noemí Zafra, nova vicepresidenta de l'ANC, amb Lluís Llach com a president / ANC
Noemí Zafra, nueva vicepresidenta de la ANC, con Lluís Llach como presidente / ANC

Suspender la asamblea general

Las quejas han tomado forma. Por ejemplo, diversas territoriales de la ciudad de Barcelona, así como las asambleas de L’Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet o Sant Adrià de Besòs, han propuesto en los últimos días «suspender de manera cautelarísima la realización de la AGE prevista para los días 15 a 19 de enero de 2025, o la nulidad de las votaciones correspondientes, especialmente por la vulneración del derecho a presentar a la consideración de todos los socios las enmiendas presentadas por un buen número de Asambleas Territoriales y el daño irreparable a la equidad y buen nombre de la entidad». La suspensión no se ha producido, y los portavoces oficiales de la ANC han comunicado hoy que ya ha comenzado y que el lunes se hará pública la versión definitiva de la hoja de ruta.

En cuanto a Tarragona, una asamblea territorial bastante crítica con la dirección, mantendrá una propuesta de enmienda a la totalidad y han anunciado el voto en masa contrario a la hoja de ruta, que considera que «lleva a la entidad al año 2012». Terrassa, por su parte, ha propuesto votar unas enmiendas concretas que han presentado otras territoriales y que pueden modificar la hoja de ruta propuesta por la dirección, que ya pasó un primer proceso de enmiendas con las propuestas que hicieron los miembros del Secretariado Nacional.

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