Junts per Catalunya ha decidido avanzar su congreso en otoño, el último fin de semana de octubre, por reordenarse estratégicamente y «relanzar» el independentismo después de la «ruptura» del bloque independentista en el Parlamento y de la conformación del Gobierno socialista de Salvador Illa con 16 consejeros, que han tomado posesión del cargo este mismo martes. Así lo ha avanzado El Nacional y ha confirmado El Món. La decisión del partido que preside Laura Borràs, junto con el secretario general, Jordi Turull, de avanzar el congreso, previsto para el 2026, también se produce después de la reaparición del presidente en el exilio, Carles Puigdemont, en un acto al Arco de Triunfo de Barcelona coincidiendo con la celebración del pleno de investidura del presidente Illa, y después del cual volvió a Waterloo (Bélgica).
Turull ha detallado en la rueda de prensa en la sede nacional del partido que el objetivo del congreso extraordinario es «construir una alternativa muy transversal del independentismo para liderar el país, definir una nueva hoja de ruta hacia la independencia y marcar y ensanchar un modelo de país frente al nuevo tripartido de carácter unionista que hay en la Generalitat». El adelantamiento se ha acordado en una reunión de la Ejecutiva ampliada, que ha contado con la participación de todos los diputados en el Parlamento y en el Congreso y con los senadores del partido.
«No se trata de un congreso de recomponer un partido, sino para recomponer y relanzar el independentismo desde el liderazgo de Junts», ha subrayado el dirigente de la formación que lidera Carles Puigdemont. Según ha dicho Turull, la formación quiere contar y hablar con «muchísima gente» más allá del perímetro de Junts. «Buscaremos la participación activa de todos los afiliados, pero también de toda aquella gente que se siente muy comprometida con la independencia de Cataluña, con el país, y que son personas que no quieren dejarlo estar y bajar los brazos», ha detallado.

El papel «activo» de Puigdemont
Malgrat que Carles Puigdemont aseguró durante la campaña que si no era investido presidente de la Generalitat, se apartaría de la primera línea política, Turull no ha descartado que el presidente en el exilio tenga un papel relevante a partir del congreso del otoño porque «no habrá un relanzamiento del independentismo sin la participación activa de Puigdemont». «No seré yo que haré anuncios, rectificaré o matizaré algunas declaraciones» del presidente Puigdemont, ha dicho Turull, que ha definido el líder de Junts como «una persona de palabra» y ha señalado que el mismo presidente en el exilio será el encargado de anunciar «cualquier novedad que haya». «Esta mañana en la ejecutiva del partido, el presidente Puigdemont ha tenido un papel muy activo», ha puesto de relieve Jordi Turull, que ha querido reiterar que la cita congresual del último fin de semana de octubre no es para relanzar el partido ni para «repartir sillas». «Podemos ser más y queremos ser más transversales» y ha invitado los independentistas «huérfanos» a sumarse a su formación.
Junts cierra filas con el presidente en el exilio y critica el gobierno español
Por otro lado, Jordi Turull ha asegurado que nadie ha cuestionado la estrategia de Carles Puigdemont sobre el acto del pasado día 9 a Arco de Triunfo, y su posterior retorno a Waterloo, después de las explicaciones que dio el mismo presidente en el exilio durante el fin de semana y las que ha dado él a las 66 personas que han asistido a la ejecutiva ampliada del partido. «Ha estado unánime la visión que la decisión y el que pasó el día 8 fue la correcta, y que esto nos abre muchas oportunidades», ha afirmado.
Finalmente, el dirigente de Junts ha reprochado en el gobierno español que podría hacer «bastante más» ante la oposición de los jueces del Tribunal Supremo a aplicar la ley de amnistía aprobada por el Congreso de los Diputados. El secretario general del partido, que ha hecho referencia a la fiscalía y a la Abogacía del estado, ha asegurado que «el gobierno español tiene mecanismos para actuar contra los jueces que han decidido no aplicar la ley de amnistía a determinadas personas».