Replanteamiento general de la estrategia para «la liberación nacional». Pocos días antes de la Diada, el Secretariado Nacional de l ‘Asamblea Nacional Catalana trabaja con varios documentos confidenciales para rehacer la estrategia independentista en el actual contexto político. Un escenario marcado por la carencia efectiva de la aplicación de la amnistía a gran parte del independentismo, el pacto entre ERC y el PSC para investir presidente a Salvador Illa y por la trifulca interna, y entre ellas, de las formaciones independentistas.

Por eso, la ANC ha puesto en debate un nuevo marco mental de lucha que arranca de la «lección aprendida desde el Primero de Octubre» y que define un nuevo punto de partida. En concreto, que Cataluña es una «contradicción entre nación madura y colonia estancada». Una situación que «solo se puede resolver enfrentándose con medios de lucha propios y específicos de cada ámbito». El documento añade que «como colonia» hay que practicar un enfrentamiento sistemático y continuo en todos los terrenos de la reproducción del dominio del estado opresor».

El documento titulado Análisis estratégico y nuevas formas de lucha, firmado por el escritor Julià de Jòdar, lleva fecha del 24 de julio. Se tenía que debatir en el secretariado del 30 de julio, pero se pospuso hasta el secretariado celebrado este sábado, que lo volvió a posponer hasta septiembre, porque el escritor y exdiputado de la CUP no asistió. El documento espolea la «lucha de base anticolonial». Y todo ello tendría que ser «dirigido por un liderazgo colectivo que permitirá de establecer un vínculo estrecho y continuo entre vida cotidiana, administración de las cosas y poder constituido en el seno de una democracia de nuevo cuño».

Parto del documento confidencial que ha debatido y aprobado el secretariado del ANC/Quico Sallés
Parte del documento confidencial que ha debatido y aprobado el secretariado del ANC/Quico Sallés

Aprovechar la contradicción

El documento parte de la base de la «contradicción entre nación madura y colonia estancada». Un conflicto que «solo se puede resolver enfrentándose con medios de lucha propios y específicos de cada ámbito». Así, discrimina, como «nación avanzada» hace falta el desarrollo «de una estrategia de construcción de estructuras de país ligadas en las luchas y los análisis de la misma gente movilizada». Y, como colonia, hace falta «practicar un enfrentamiento sistemático y continuo en todos los terrenos de la reproducción del dominio del estado opresor».

El documento establece «los dos ámbitos de lucha» y alerta de que «no siempre coincidirán en el tiempo y en el espacio». En este sentido, avisa de que «en una circunstancia concreta», como por ejemplo una crisis política general, «la nación avanzada tendrá que volver a poner de relieve, con un nuevo embate político unilateral, su madurez democrática contra un estado no democrático y una UE incapaz de apoyarle». En otra circunstancia, por ejemplo la crisis de un sector económico, el documento contempla que «la colonia tendrá que desarrollar formas concretas de lucha por cortocircuitar los cimientos de la reproducción del estado colonial y crear formas de contrapoder y liberación social«. «Aun así, es evidente que ambas formas de lucha se tendrán que alimentar mutuamente, como vasos comunicantes, a los niveles estratégico (independencia), táctico (ruptura cotidiana), organizativo (estado mayor) y, en última instancia, formas complementarias e indisolubles de poder (autoorganización de base como núcleo y garantía del futuro poder institucional)», concluye.

Julià de Jòdar, miembro del secretariado del ANC y autor del documento/ANC
Julià de Jòdar, miembro del secretariado del ANC y autor del documento/ANC

Las luchas después de octubre de 2017

El documento confidencial carga contra el estado del independentismo posterior al Primero de Octubre de 2017, pero, en cambio, destaca que ha servido para ver los límites del Estado español. En definitiva, interpreta que «el referéndum fue un movimiento de masas autoorganizado y entrega expresado» pero que «no tiene cabida en el sistema constitucional español». «O, lo que es lo mismo, nos manifestamos como una robusta democracia avanzada y fuimos tratados como una colonia sin derechos«, añade.

Con esta premisa, el documento considera que «la lucha de base anticolonial proporcionará el tejido continuo, inconsútil, a todo el país; desarrollará la conciencia viva de la plena posesión de la tierra; creará formas propias e innovadoras de gestión popular y, finalmente, pero no en último término, preparará la fuerza con que se tendrá que mantener el poder propio el día siguiente a la proclamación de la independencia». Es decir, preparar el día siguiente. «La lucha de la nación madura a través de las estructuras de país permitirá cabalgar tanto el presente anticolonial -incidir continuamente en la vida cotidiana- como el futuro nacional -garantizar la continuidad de la sociedad gracias a las estructuras desarrolladas, con plena conciencia histórica y política, por la gente en lucha, sin subordinaciones a estructuras o liderazgos externos sobrevenidos-«, sentencia el documento. El documento también esboza ejemplos de cómo tiene que ser esta lucha y da parámetros de actuación para que los activistas y las estructuras de la ANC lo pongan en marcha.

Un ejemplo y todo con «futuras estructuras de defensa del estado independiente»

Incluso el documento pone un ejemplo de cómo tiene que ser esta lucha. En concreto, «la lucha contra las prácticas coloniales de las grandes empresas del Ibex español en la energía». Según se desprende del texto, «el grupo de trabajo de economía y transición energética tendrá que disponer de los criterios propios de una nación media avanzada al seno de la globalización capitalista». Unos «criterios» que nacen de la colaboración con organizaciones de lucha que ya dispondrán de análisis propios basados tanto en la información y en el estudio como en las mismas experiencias de combate y organización». Así, en el ámbito de base, se propone «poner en marcha un movimiento contra prácticas del gobierno colonial y sus instrumentos políticos -leyes y disposiciones de la UE, Generalitat subordinada- y económicos -patronal española y catalana, grandes empresas globales».

Con este escenario, el documento contempla que «una vez el estado mayor conjunto haya examinado la cuestión en términos de oportunidad táctica, capacidad movilizadora y resultados políticos, el grueso de la acción concreta recaerá sobre la organización local (asamblea de base), pero el apoyo logístico, humano y político será de alcance nacional (con todas las formas de lucha que se considere oportuno desplegar por el país entero: ocupaciones, huelgas, boicots, etc.)«. De este modo, razona que, «a partir de la lucha concreta anticolonial en un sector (energético) dentro de un espacio concreto (comarca afectada por parques eólicos), se desplegarán todas las «potencialidades estratégicas y tácticas». En síntesis: la «iniciativa política (arrastrar indecisos, neutralizar adversarios, dividir el enemigo)»; «la capacidad dirigente (ofrecer seguridad, eficacia y disciplina)»; «la resistencia contra el Estado y colaboradores (solidaridad de masas, lucha antirrepresiva) y «la organización de la fuerza (ofensiva contra organismos y fuerzas del estado) como semilla de las futuras estructuras de defensa del nuevo estado independiente«.

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