Las asambleas territoriales de la ANC en el Baix Llobregat levantan la voz en el conflicto abierto a la entidad por la elección del nuevo presidente, que el pasado sábado quedó pendiente cuando se suspendió el pleno constituyente del nuevo mandato porque el candidato, Lluís Llach, no llegó a los dos tercios de los votos del Secretariat Permanent tras cinco votaciones. A raíz de este bloqueo, se ha crispado todavía más la relación entre los dos sectores de la ANC, los partidarios de la lista cívica y los que se oponían, entre los cuales está Llach. Este jueves han entrado en escena las asambleas territoriales del Baix Llobregat, que han difundido un manifiesto que pide a los partidarios de la lista cívica que dejen de bloquear la elección del cantautor con sus votos en blanco, una vez el candidato que consideraban más próximo, Josep Punga, se retiró.

El texto del manifiesto es muy crítico con la dirección de la entidad de los últimos dos años, presidida por Dolors Feliu. «De unos años acá, vivimos una ANC que no es aquella que nos hizo apuntarnos. Es una ANC que está pisando el que hemos construido, y que ya no trabaja con la soberanía de las bases, sino que decide desde arriba y dice qué se tiene que hacer», aseguran desde el Baix Llobregat. Consideran que últimamente a la dirección de la Asamblea «no se acepta la opinión discrepando otros compañeros y de las bases sobre su manera de actuar». «Te complican la vida hasta que gente válida se marcha desesperada o, el que es peor, desencantada e incluso enferma», añaden.
«Podemos discrepar, pero nunca bloquear»
Se quejan, también, que cuando las bases dicen «suficientes» y piden explicaciones e intentan «que se den otras oportunidades de reconstruir», son tratados «con prepotencia, tildados de mentirosos». Aun así, mantienen, han participado en las últimas elecciones de la entidad para «hacer volver a crecer» la ANC. «Por eso, se presentan más candidatos que en las anteriores y votamos un tanto por ciento más elevado de socios. Vemos con optimismo y esperanza que las cosas pueden volver a cambiar, hasta que se tiene que volver a constituir el nuevo Secretariado resultante de las elecciones, el sábado 25 de mayo», relatan.
Y lanzan un aviso: «¡No señores! La ANC no es un pastel que unos pocos se puedan repartir a su gusto. Detrás estamos muchos que la queremos fuerte, decidida, con impulso, cambiando lo que haga falta y construyendo siempre». «Queremos manifestar nuestro más grande enojo, y rechazamos que aquellos que perdieron la propuesta [de lista cívica] que la mayoría de socios rehusamos en consulta, ahora, en lugar de hacer pasas para hacer nuestra ANC más grande, bloquean una y otra vez la constitución del nuevo Secretariat», reprochan. «Podemos discrepar, defender, consensuar, convencer, argumentar, pactar, pero nunca bloquear. Nos preguntamos a qué objetivo responde el bloqueo, la manipulación, el filibusterismo, y la palabra que nos viene a la cabeza es revancha», dicen. «¡Ya basta, difícil nos lo ponen los españoles, como porque nosotros nos pongamos piedras en el camino!», concluyen.