El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente español, Pedro Sánchez, se reunirán el próximo 21 de diciembre en el Palau de la Generalitat. Será el primer encuentro entre los dos mandatarios después de la investidura de Sánchez. Fuentes de Presidencia han explicado que la intención de Aragonés es que la reunión sirva para empezar a avanzar en las carpetas que ERC ha negociado con el PSOE, es decir, el traspaso de Cercanías, el nuevo sistema de financiación de Cataluña y el referéndum de autodeterminación.
El anuncio de la reunión institucional se produce un día después de que se haya confirmado que Junts y el PSOE se encontrarán este fin de semana en Ginebra para celebrar la primera reunión de la mesa negociadora. El partido de Carles Puigdemont tiene previsto poner sobre la mesa un referéndum acordado como mejor manera de resolver el conflicto catalán, mientras que los socialistas irán a la reunión con la idea de defender una reforma estatutaria y un nuevo sistema de financiación autonómica. Las posiciones están muy alejadas y desde la Moncloa ya ha avisado que las negociaciones serán “lentas”.
Segunda fase de la mesa de diálogo
También se espera que Sánchez y Aragonés puedan concretar más cosas sobre la “segunda fase” de la mesa de diálogo entre gobiernos que pactaron republicanos y socialistas. De momento, la mesa no tiene ni fecha ni equipos negociadores. El gobierno español apenas se acaba de poner en marcha y, en la banda catalana, el presidente de la Generalitat quiere contar con Junts y la CUP como parte de la delegación catalana, a pesar de que no ha transcendido qué papel jugarían los partidos, que, por otro lado, han declinado participar.
Hasta ahora, ha habido tres reuniones de la mesa de diálogo, una con Quim Torra a principios del 2020 y dos con Pere Aragonès, la primera al poco de las elecciones catalanas del 2021 y otra en verano del 2022. De estas reuniones, que el gobierno español ha convocado a conveniencia, han salido los indultos a los presos políticos, la derogación del delito de sedición y la reforma de la malversación. La Generalitat confía que la nueva mesa sirva para avanzar en el acuerdo de claridad que impulsa Aragonés para fijar las condiciones de un referéndum pactado.
