El consejero de Investigación y Universidades, Joaquim Nadal, ha avisado que recorrerán los decretos estatales que desarrollan la Ley de Ordenación del Sistema Universitario (LOSU) si relegan los estudios de filología catalana: «Iremos hasta las últimas consecuencias».

El Gobierno presentó alegaciones

En respuesta a una pregunta de ERC durante la sesión de control, ha subrayado que la Generalitat presentó alegaciones a estos decretos: «Si la respuesta del Ministerio es en positivo, habremos acabado aquí. Si no, se acabará la vía del diálogo y empezará la vía del recurso».

El consejero ha tildado de «excluyente e inaceptable» que los decretos no incluyan ninguna referencia en la filología catalana, y ha añadido que la Generalitat presentó alegaciones después de consultar con otras autonomías y departamentos de filología catalana. «Quiero pensar que el ministro Subirats se ha encontrado con un sottogoverno con ánimo reglamentista que desmiente el mismo espíritu de la LOSU y que él mismo será capaz de rectificar un contenido que afecta la lengua catalana», ha afirmado.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, en el Congreso / EP
El ministro de Universidades, Joan Subirats, en el Congreso / EP

ERC pide la comparecencia del ministro

En paralelo, ERC ha pedido en el Congreso de los Diputados la comparecencia de Subirats para que explique «su consideración respecto al ámbito de conocimiento de la filología catalana», que lo acusen de relegar en un segundo plan.

Hace unos días, Navidad ya exigió la inclusión de un ámbito específico de conocimiento de la filología y a la vez que cada universidad fije la dimensión de sus departamentos. «La evolución de los estudios de Filología Catalana es un reconocimiento acreditado de hace décadas», declaraba. Por todo ello, ha considerado, los dos reales decretos son un «retroceso histórico».  Además, también explicó que los profesores universitarios de Filología Catalana también presentarán alegaciones a título individual. A banda, también se fijó en el hecho que se quiera fijar una dimensión mínima de 35 profesores por cada uno de los departamentos, puesto que hay pocos departamentos de Filología Catalana con esta dimensión.

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