La Generalitat ha abandonado definitivamente el proyecto para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno y no volverá a impulsar la candidatura. Así lo ha confirmado este sábado la secretaria del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Anna Barnadas, en una entrevista al Suplemento de Catalunya Ràdio dónde ha tildado los juegos de «inviables». «Las imágenes que estamos viendo estos días en los Pirineos muestran claramente que estos Juegos Olímpucs de Invierno difícilmente se podrán celebrar en estas altitudes», ha sentenciado.
Ahora, es el Departamento de la Presidencia de Laura Vilagrà quien tiene que sellar el adiós definitivo a la polémica propuesta, que tenía enfrentado el Ejecutivo de Pere Aragonès con el territorio. La Generalitat puso sobre la mesa una candidatura unitaria para el 2034 después de que se dinamitara la conjunta con el Aragón para el 2030, pero ante la evidencia del cambio climático y la situación de sequía no ha quedado otro remedio que renunciar al proyecto. «Es un proyecto que ya no estaba en primera línea y la evidencia del cambio climático nos pone ante una realidad que cada vez será más dura», ha añadido Barnadas.
Desde el Gobierno han lamentado que el Comité Olímpico Español (COE) «no ha dado respuesta» a la candidatura que el Gobierno presentó en solitario y han resaltado que ahora es el COE «quien tiene que mover ficha», y han señalado textualmente que si este no les llama desde el Gobierno catalán no harán ningún paso más. Aun así, admiten que «en esta legislatura casi que ya no esperamos que vuelva a haber otra posible candidatura» para los Juegos Olímpicos de Invierno. Si en un futuro el COE se interesara a formular una nueva candidatura, esta «se tendría que volver a analizar por temas como la sequía», entre otros aspectos.
«Una realidad compleja»
La secretaria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha apuntado que su Departamento cuenta con informes que demuestran que «este cambio climático nos pone ante una realidad muy compleja» y, en este sentido, ha señalado que disponen de informes que recomiendan «mucha precaución» porque estos Juegos no se podrán celebrar en estas altitudes donde «no se esperan grandes nevadas». De hecho, Anna Barnadas ha dado casi por definitiva la renuncia por «la escasez de agua que tenemos en el país y la escasez general de nieve que se visualiza en las zonas esquiables».
Sobre las imágenes con muy poca nieve a las pistas de la Molina y a la Masella y la fabricación de nieve artificial para que las pistas puedan abrir sus puertas, el alto cargo de Acción Climática ha señalado que «la nieve devuelve» a los riachuelos, pero cree que hay que «aplicar el máximo de corrección posible con los usos del agua». «Una cosa es la ética y la otra es la imagen que nosotros tenemos que transmitir en la población de ser el máximo de cuidadosos con este recurso que hemos comprobado que no es infinito».