La consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, ha anunciado que la Generalitat ya ha mantenido las primeras “aproximaciones” con Bélgica para mantener la oficialidad del catalán en la agenda de la Unión Europa cuando acabe la presidencia de turno española a finales de año. En una atención a los medios desde Corea del Sur, Serret ha explicado que han sondeado al gobierno belga para evitar que el cambio a la presidencia de la UE haga caer en el olvido el proceso para oficializar el catalán, el vasco y el gallego. La Generalitat teme que el fin de la presidencia española suponga una ralentización de las gestiones y por eso ha reclamado a la Moncloa que trabaje para “generar confianza” entre todos los estados miembro, pero sobre todo entre aquellos que han mostrado más dudas sobre la conveniencia de incorporar nuevas lenguas de trabajo.

Este martes se ha sabido que el Consejo de Asuntos Generales de la UE volverá a debatir la oficialidad del catalán en la reunión que tiene prevista para el 12 de diciembre. Será la última oportunidad de Pedro Sánchez para liderar la conversación y hacer las gestiones necesarias para reducir la resistencia de algunos estados. En la anterior reunión, celebrada el 15 de noviembre, el punto sobre la oficialidad del catalán se despachó en menos de cinco minutos por la falta de novedades. Los servicios jurídicos del consejo están elaborando un informe para determinar el coste del servicio que será clave para convencer a los estados más reticentes, pero pasarán meses antes no esté acabado.

Reunión del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea para tratar la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego / ACN

Diversas delegaciones expresaron su malestar porque la última propuesta española había llegado a última hora y sin traducción, por lo cual no pudieron analizar el documento. El ministro de Asuntos exteriores, José Manuel Albares, ha trabajado en una “propuesta adaptada” para resaltar la singularidad del caso español y evitar que otras lenguas minoritarias puedan aprovechar el precedente del catalán para pedir la oficialidad. En paralelo, la Generalitat ha multiplicado los contactos con todos los estados miembro para intentar resolver sus dudas y complementar el trabajo diplomático del Ministerio de Exteriores, que en las últimas semanas ha convertido la oficialidad del catalán en una carpeta prioritaria de su etapa al frente de la presidencia de turno de la UE.

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