Hasta ahora había evitado hacer cualquier declaración pública sobre el escándalo de la menor controlada por la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) que fue víctima de una trama de pederastas a través de un hombre que tenía relación con ella. La exdirectora de la DGAIA, Ester Cabanes, ha aprovechado la ocasión de su comparecencia en la comisión de Derechos Sociales del Parlamento, celebrada esta mañana, para aclarar algunos puntos del caso y reivindicar que fue la misma entidad que dirigía quien detectó el caso. Lo ha hecho acompañada del exconsejero Chakir El Homrani, y los dos exsecretarios generales del departamento, Josep Ginesta y Oriol Amorós.

«Si la DGAIA no hubiera actuado, nunca habría existido la operación Dàmocles», sentenció Cabanes recordando el dispositivo de los Mossos d’Esquadra de octubre de 2024 que permitió destapar el caso. De hecho, Cabanes, que dirigió la DGAIA desde 2018 hasta 2024, había sido la directora del centro donde se encontraba la menor de 12 años, en una situación de régimen abierto, dijo que fue la madre de la misma víctima quien presentó la denuncia a los Mossos al «detectar que estaba pasando algo».

Una imagen de la comparecencia de los responsables de Derechos Sociales en el Parlamento/Parlamento
Una imagen de la comparecencia de los responsables de Derechos Sociales en el Parlamento/Parlamento

No era una tutela

Según detalló Cabanes, la víctima estaba interna en un centro de la DGAIA, pero nunca estuvo bajo la tutela de la administración. Su contexto familiar era muy problemático con una «separación conflictiva de los padres» y la madre afectada de un cáncer terminal. Es decir, la chica se encontraba en un centro al cual también podían ir los padres a verla, aunque el padre no cumplía con sus obligaciones. De todas maneras, la DGAIA no ostentaba la tutela de la chica. De hecho, la menor salía porque no tenía un régimen cerrado y tenía la movilidad de cualquier menor que puede ir a un instituto, eso sí, con unos horarios concretos, según destacó la exdirectora de la DGAIA.

Precisamente, fue a raíz de una salida de dos días de mayo de 2021, durante los cuales estuvo escapada, que los padres denunciaron el caso. En ese momento, el control de la menor era de los padres, no del centro, según Cabanes. Al regresar al centro, los educadores y los responsables detectaron, por las explicaciones de la menor, que «tenía una relación con una persona que no era adecuada». Se le intervino el móvil y el ordenador para constatar el historial y se confirmaron ciertas sospechas. Fue entonces que la madre y la directora del centro interpusieron la primera denuncia a los Mossos, en octubre de 2021. Los Mossos abrieron la investigación y en junio de 2024 presentaron en una rueda de prensa la gran operación contra una red de prostitución infantil.

Un caso que la exdirectora de la DGAIA ha aprovechado para reivindicar a los profesionales que, ha subrayado, «hacen lo que pueden con lo que tienen» y tienen «muchos aciertos». «El sistema protege», ha asegurado, para luego elogiar el sistema de los Barnahus, impulsado en la época del consejero Chakir El Homrani. Un método impulsado al comprobar la misma DGAIA que no se estaban abordando «como se debía» los posibles casos de abusos sexuales y que se necesitaba un «abordaje integral». De hecho, El Homrari, minutos antes también en la misma comparecencia, informó que el primer Barnahus, instalado en Tarragona, permitió detectar cuatro veces más casos de abusos a niños.

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