El Departamento de Territorio de la Generalitat de Cataluña tiene al cajón un documento, con el sello de «confidencial» y evaluado por tres bufetes de abogados y técnicos de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, que consiste en un programa técnico, político y jurídico para asumir el traspaso completo de Rodalies. Un proyecto que también pone la vista en la futura asunción del servicio de Regionales. El documento, al cual ha accedido El Món, propone una hoja de ruta para hacerse cargo de la gestión, y de la actual estructura y plantilla de la empresa. Así mismo, incorpora un estudio sobre la viabilidad económica e indica la posibilidad que quedarse Rodalies supusiera una oportunidad de negocio en los ámbitos industrial, operativo, logístico y de servicios auxiliares. Incluso, plantea la oportunidad que comportaría Rodalies de convertir el sector ferroviario catalán en un actor más en el mercado internacional. El documento, a pesar de ser sintético, es bastante explícito y detallado.
La nota confidencial se titula
«Cinco hitos clave» para hacer efectivo el traspaso ferroviario
El documento parte del acuerdo del 21 de julio del 2009 de la Comisión Bilateral Sido-Generalitat y del acuerdo de valoración de los servicios que hizo la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Financieros Sido-Generalitat (CMAEF). Es decir, «el acuerdo relativo a la transferencia de los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril de Rodalies de Barcelona en la Generalitat de Cataluña» y «el acuerdo adicional sobre el traspaso de los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril de Rodalies de Barcelona en la Generalitat de Cataluña». Una base para lograr el que el informe define como «cinco hitos clave».
En primer término, habría que «aprobar un acuerdo de Gobierno atribuyendo a FGC la prestación del servicio de Rodalies (con un periodo transitorio de un año)». En segundo lugar, reunir las comisiones bilaterales con el Estado para llevar a cabo «la evaluación de activos y asegurando la dotación para cubrir el déficit de explotación y el desarrollo futuro del servicio». En tercer término, firmar un «convenio entre los ministerios de Fomento y de Economía y los departamentos de Territorio y de Economía que recoja, en un formato obligacional, todos los compromisos detallados y con compromiso explícito de fecha de cumplimiento». El cuarto paso sería establecer la «transferencia de los bienes, activos y personas de Renfe Rodalies a FGC». Y una última etapa, «el establecimiento de un acuerdo de servicio con la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) por medio de una tarifa técnica y un contrato programa de FGC con el ATM para cubrición de los costes de explotación y la articulación de la renovación y ampliación del parque de acuerdo con los ingresos propios de la empresa».
Con Ferrocarriles de la Generalitat o con una sociedad creada ‘ad hoc’
El documento contemplaba que se hiciera una «atribución a FGC de la operación de las Rodalies de Cataluña a partir del 1 de enero del 2022». Una fecha que otorgaba inmediatez al proyecto y que, como es obvio, no se cumplió. Incluso, el documento prevé crear una «sociedad a tal efecto y que permita cumplir con los requisitos establecidos por la ley ferroviaria». De hecho, el texto también incluye que sea la misma FGC quien cree «una sociedad anónima a través de la cual articular la prestación del servicio de Rodalies de Cataluña». Una «entidad sería la receptora de todos los bienes, medios y obligaciones asociados al traspaso». De hecho, los autores del documento apuntan que podría ser FGC Raíl SA o una sociedad nueva
Este sistema previsto, en cuanto que medio propio de la Generalitat, podría ir por la vía rápida y licitar la atribución directa para 15 años. También se reconocería una situación transitoria de un año hasta la asunción efectiva del servicio por parte de la nueva sociedad o de FGC. Justo es decir que el texto también destaca que la creación de una nueva entidad «permitiría articular su funcionamiento contable en condiciones de mercado y sin entrar en el perímetro del Sistema Europeo de Cuentas (SEC)». Un detalle que el proyecto describe como «particularmente relevante para el acceso a financiación para la renovación de activos». Es decir, poder acceder a fondo públicos para renovación de flotas y mejoras técnicas de la red porque sería considerado una empresa OSP, el acrónimo de Obligación de Servicio Público.
Un traspaso con coste cero para la Generalitat
Uno de los puntos fuertes del texto es que subraya que la operación comportaría un «coste cero para la Generalitat». Así mismo, también prevé, la actualización “dinámica” de la transferencia. Es decir, consistiría en un traspaso que «en ningún caso tiene que suponer un mayor gasto por parte de la Generalitat». Esto quiere decir que se calcula que las aportaciones que la Administración General del Estado hace en Renfe las aportara en la Generalitat, así como el canon en ADIF y el «beneficio razonable» de la gestión. Un cálculo que se podría modificar según la evolución del esfuerzo inversor que hiciera el Estado en otros sistemas de Rodalies. Es decir, compensar la inversión en Cataluña según se haga al resto del Estado.
El traspaso de Rodalies que analiza el documento no comporta el traspaso de la infraestructura, pero sí que recoge «un compromiso inversor por parte del Estado». «Este compromiso se tendría que articular a través de actuaciones realizadas por ADIF o, alternativamente, con una transferencia en la Generalitat para que fuera esta quien decidiera el destino final (aunque fuera con ejecución de ADIF)», asevera el documento. De hecho, el estudio propone un «convenio marco que fije las inversiones con calendarios y tenga carácter obligacional por el Estado y Adif y así evitar más ‘planos'». El documento también incluye uno de los puntos que más asusta los sindicatos: la subrogación de derechos, obligaciones y personas. La nueva empresa de la Generalitat lo asumiría totalmente e integraría un equipo técnico a los «altos niveles de gestión para realizar una evaluación del conjunto de la empresa y trazar un plan a medio plazo para implantar el modelo de gestión de FGC».
