El presidente español en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha reunido este martes a Ferraz al núcleo duroa de los socialistas para evaluar el estado de las negociaciones de su investidura. Después de la ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios, Sánchez ha convocado a la comisión negociadora con la vista puesta en el 27 de noviembre, fecha límite para evitar una repetición electoral. Los socialistas apuestan por unas conversaciones “discretas”, sobre todo en cuanto a la ley de amnistía que negocian con ERC y Junts.

Fuentes socialistas han explicado que en la ronda de reuniones han constatado que hay “voluntad por parte de todo el mundo para negociar” y que las conversaciones avanzan de manera “seria” para asegurar la reedición del gobierno de coalición. “Es una investidura posible”, avanzan. El PSOE asegura que los canales de comunicación con los partidos “fluyen” con “discreción”. Sánchez necesita los votos de Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG para garantizarse la investidura, un rompecabezas político que exigirá grandes concesiones por parte de los socialistas.

Sánchez se reúne con el equipo negociador del PSOE para las conversaciones de investidura / PSOE

Sánchez reparte gestos simbólicos antes de las negociaciones

La semana pasada Sánchez mostró su predisposición a negociar asumiendo riesgos importantes y haciendo gestos para contentar a todo el mundo. El presidente español se reunió y fotografió por primera vez con Bildu, a pesar de las críticas de PP y Vox; y también se encontró con Míriam Nogueras, con quien no se había reunido nunca hasta ahora. También envió un mensaje de confianza a ERC, socio preferente durante la pasada legislatura, con una llamada telefónica de 40 minutos con Oriol Junqueras que se hizo pública minutos antes de empezar la reunión con Gabriel Rufián.

El punto más complicado de las negociaciones es la ley de amnistía y el referéndum de independencia que reclaman ERC y Junts. Los socialistas están dispuestos a dar pasos adelante para aprobar la amnistía, pero no quieren ni oír hablar de un referéndum. Los partidos independentistas catalanes consideran que la amnistía es una exigencia previa innegociable para investir a Sánchez y han reclamado al gobierno español que se abra a hablar del referéndum, sin hacer demandas concretas. Se espera que pronto el PSOE haga público su posicionamiento sobre las exigencias de los partidos.

Pedro Sánchez i Santos Cerdán en el Congreso / Europa Press

Equipo negociador con el núcleo duro de Sánchez

El equipo negociador del PSOE está encabezado por la vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, y por el secretario de Organización, Santos Cerdán, que según fuentes de la Moncloa sería el escogido por Sánchez para viajar a Bélgica a sellar con Carles Puigdemont un hipotético pacto con Junts. También forman parte el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Educación y portavoz del partido, Pilar Alegría, así como los diputados Óscar Puente y José Ramón Gómez Besteiro, de máxima confianza del presidente español, y la secretaria de Política Internacional, Hana Jalloul.

Para las cuestiones territoriales que afecten a Cataluña y al País Vasco, el presidente español quiere tener línea directa con el PSC y el PSE y ha incluido a los portavoces del PSOE en el Congreso y en el Senado, Patxi López y Eva Granados. Sánchez también ha prometido al primer secretario del PSC, Salvador Illa, que lo mantendrá informado de todas las cuestiones relacionadas con Cataluña, puesto que los socialistas catalanes quieren asegurarse que están al día de cualquier concesión que se pueda hacer a los partidos independentistas durante las negociaciones de investidura.

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