El PSOE está dispuesto a dejar caer la ley de amnistía si no llega a un acuerdo con Juntos que garantice la aprobación del texto en el Congreso, según han explicado a Europa Press fuentes de Ferraz. Los socialistas se han cansado de las negociaciones de última hora con el de Carles Puigdemont y han decidido trasladar toda la presión a la formación independentista. El plazo por aprobar el dictamen es el 7 marzo y, si entonces no se ha votado en la Comisión de Justicia, la iniciativa decaerá. Tanto el PSOE como la Moncloa están convencidos de que habrá acuerdo porque Junts no se puede permitir llegar a las elecciones al Parlamento catalán con la mancha de haber dejado sin amnistía a centenares de represaliados.

Los socialistas hace semanas que insisten que no piensan retocar más la ley porque consideran que tal como está es bastante sólida y da cobertura a todos los casos pendientes en la justicia. ERC y el resto de socios de investidura son de la misma opinión. El único partido que no está convencido del resultado de la ley es Junts, que ha hecho de la ley de amnistía un caballo de batalla para diferenciarse de los republicanos. Desde la Moncloa ven “muy difícil” que Junts se acabe descolgando del acuerdo y recuerdan que los socialistas no tienen ninguno encausado en su partido que se pueda beneficiar de la amnistía, por lo cual dejan en manos del partido de Puigdemont la decisión final.

Pedro Sánchez i Santos Cerdán en el Congreso / Europa Press

Evitar una negociación al límite, la prioridad del PSOE

En todo caso, la prioridad de la Moncloa es evitar una negociación al límite, como la de los primeros decretos de la legislatura, que acabó con una confusa cesión de competencias de inmigración a la Generalitat, de la cual todavía no se sabe nada ni está previsto que se concrete pronto. En aquella votación, Junts no decidió hasta el último segundo el sentido de la votación. Escarmentados, los socialistas no están dispuestos a ir a otra votación sin todos los apoyos atados. Los dos partidos tienen exactamente dos semanas para llegar a un acuerdo, ya sea a través de las enmiendas que todavía están vivas —tal como quiere Junts— o con medidas complementarias que no dependan de la ley —como querría el PSOE—.

ERC, tanto a través del partido como del gobierno catalán, hace días que habla abiertamente de aprobar nuevos indultos para contrarrestar las maniobras de la justicia española. La operación Judas, el caso Tsunami Democrático y la operación Volhov son ahora mismo las causas que generan más dudas entre los juristas porque no está claro como afectarán las acusaciones de terrorismo y traición a la aplicación de la ley de amnistía. Junts considera que todavía hay cosas que se pueden hacer para blindar más el texto, mientras que ERC da el redactado por bono porque la prioridad es que pase el filtro del Tribunal Constitucional y el del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

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