El Partido Popular, que durante años ha tildado a Junts per Catalunya de «golpista» y «enemigos de España» y al presidente en el exilio, Carles Puigdemont, como un «prófugo de la justicia», avala ahora negociar con la formación de Laura Borràs y Jordi Turull la investidura de Alberto Nuñez Feijóo y los consideran unos interlocutores válidos a pesar de que la dirección de los populares aseguró que negociar la investidura de Feijóo con Junts «no está sobre la mesa» porque su líder «no es Pedro Sánchez».
De hecho, no han pasado ni veinticuatro horas desde que Feijóo recibió el encargo del rey español Felipe VI de formar un nuevo ejecutivo, que los populares ya subrayan que la “tradición” y la “legalidad” de Junts, y también de ERC, no está en entredicho. Un discurso que adopta otro tono cuando se dan cuenta de la relevancia del independentismo en estas negociaciones, donde hoy por hoy el PP cuenta con el apoyo de Vox, UPN y Coalición Canaria, que suman 172 diputados, a cuatro votos de los necesarios para la mayoría absoluta.
El PP ha cambiado de parecer sobre Junts per Catalunya a pesar de cargar continuamente contra el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para buscar el apoyo de la formación de Carles Puigdemont para la investidura. De hecho, el mismo Feijóo dijo ayer después de entrevistarse con el rey Felipe VI que «el PSOE, después de perder, está a la distancia de una amnistía, un referéndum y la desigualdad entre los españoles», en referencia a las demandas de los juntaires para negociar.

De hecho, no hace ni dos semanas que la vicesecretaria de Políticas Sociales y Reto Demográfico del PP, Carmen Fúnez, aseguró que «el que tenemos muy claro es que Feijóo es un presidente de principios, no es Pedro Sánchez y, por lo tanto, no defraudará nunca, ni los principios constitucionales, ni tampoco sus electores». El coordinador general del partido, Elías Bendodo, por su parte, se expresó en el mismo sentido en una entrevista radiofónica y aseguró que «una cosa es hablar con todos y otra tragarse con todo». «Y aquí el PP no está dispuesto», sentenció.
«Cambiar la capital de España de Madrid a Waterloo»
Y esto no es todo, tres días después de las elecciones, la número dos de los populares, Cuca Gamarra, advirtió que negociar la investidura con Carles Puigdemont “implica cambiar la capital de España, que dejaría de estar a Madrid para estar a Waterloo”. «Es hablar de independencia, referéndum, autodeterminación, amnistía y es hablar de pactos que no se pueden denominar públicamente», aseguró.
Junts se comprometió a hacer frente
Además, Junts ya dejó claro la noche electoral que haría frente en un gobierno de «la derecha y la extrema derecha para defender los intereses económicos, sociales y nacionales de los catalanes». «Así como nuestra lengua, cultura e identidad nacional”, sentenció después de que Vox y el PP vetaran las revistas en catalán en la biblioteca de Burriana (Castelló).