Las discrepancias sobre las políticas de inversión en defensa del gobierno español continúan incrementando la tensión entre el presidente español, Pedro Sánchez, y las formaciones de la oposición en el Congreso. Durante la sesión de la tarde de la cámara baja, el líder de la Moncloa reivindicó su estrategia de política exterior y defendió que la “mejor inversión en defensa” es apostar por la paz, el desarrollo y el multilateralismo de las Naciones Unidas: «Hemos demostrado que nuestra posición es la que mejor defiende los intereses de España, que somos capaces de mantener nuestra posición en la OTAN», expuso Sánchez desde el atril del Congreso, en referencia al posicionamiento que ha adoptado el Estado respecto a la inversión en defensa. Sánchez firmó en la última cumbre de la OTAN una declaración sobre el aumento del gasto hasta el 5%, pero horas después aseguró que no la cumplirá. Un posicionamiento que ha evidenciado aún más la tensión entre Sánchez y los partidos de la oposición.
Mientras el gobierno español defiende que el Estado no debe invertir este porcentaje en gasto militar, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, calificó este miércoles al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de «farsante» por haber firmado «igual que el resto de miembros de la OTAN» el compromiso de incrementar hasta el 5% del PIB el gasto en defensa y horas después desdecirse. Según el líder de los populares, el jefe del ejecutivo español ha puesto en peligro la imagen internacional de España para «ganar tiempo» con sus socios y «salvarse a sí mismo». En esta misma línea se expresó Santiago Abascal que aseguró que, «de todos los disfraces, el que peor le queda a Pedro Sánchez es el de líder internacional»: «Si fuera un presidente decente, deberíamos estar hablando de la cumbre de la OTAN y la necesidad de aumentar el gasto militar», dijo el dirigente de extrema derecha desde la tribuna de la cámara.

Podemos pide sacar a España de la OTAN
Por su parte, la diputada de Podemos en el Congreso Ione Belarra también ha expresado sus críticas sobre los planes de Sánchez en materia de defensa. En este caso, sin embargo, a diferencia de las formaciones de derechas de la cámara baja, las críticas no se han centrado en el porcentaje del PIB que destinará el Estado en gasto militar, sino en el papel de España dentro de la OTAN, ya que desde Podemos consideran que el estado no debería formar parte de la organización internacional: «Le exijo que deje de ponernos en peligro. Que impida que los EE.UU. puedan usar las bases de Rota y Morón para sus ataques ilegales, porque nos están convirtiendo en un objetivo», insistió la líder del partido, que también ha pedido a Sánchez un «embargo formal de armas» a Israel y «romper todas las relaciones con los genocidas».
Quien sí ha defendido los planes del presidente español en relación con el gasto en defensa ha sido el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, quien ha rechazado el aumento hasta el 5% del PIB porque supondría «cargarse las partidas sociales». El portavoz de ERC en el Congreso ha asegurado que «no criticará» el posicionamiento del gobierno español, a quien ha reclamado mantenerse para «no pagar la fiesta a los estadounidenses». En este sentido, Rufián también apuntó que el acuerdo firmado en la última reunión de la OTAN es «papel mojado», porque no entra en detalles y «quizás no esté ni Trump» en el año 2029. Es decir, que es un acuerdo sin garantías, desde su punto de vista. Un planteamiento, pues, que va en consonancia a las líneas de la Moncloa: «El gobierno de España respeta el deseo legítimo de otros países de aumentar su inversión en defensa el porcentaje que consideren en relación con el PIB, pero reivindicamos nuestro derecho soberano a no hacerlo», ha manifestado el presidente español, que mantiene que el Estado puede cumplir con los objetivos internacionales destinando un 2,1% del PIB -una idea de la cual también recela el secretario general de la OTAN.