El golpe de efecto que se produjo en la votación de los tres decretos leyes que el gobierno español llevó al Congreso a principios de enero, después de que Junts por Catalunya y PSOE hubieran logrado un acuerdo en noviembre, no se ha repetido este martes en la votación de las enmiendas vivas de la ley de amnistía que han llegado al Congreso, y tampoco en la votación posterior para que la iniciativa del PSOE siguiera su tramitación. No ha habido acuerdo
Este acuerdo no logrado implica por parte de Junts el envío de un mensaje al PSOE: además de insistir en la necesidad de retocar la amnistía y no ir con prisas, insisten en su consigna de «mantener la posición» en cada negociación, de no ceder ni pactar sin obtener algo a cambio –el famoso «
Nuevo discurso duro de Nogueras, dentro y fuera del hemiciclo
La portavoz de Junts por Catalunya, Míriam Nogueras, ha protagonizado el discurso más contundente del debate para mantener el pulso con el PSOE y ha advertido a los socialistas que este texto solo sirve para «parar a medias» la represión y que el acuerdo de investidura al cual llegaron hacía referencia a “una amnistía integral”. “Una amnistía selectiva no es el que firmamos”, ha remachado. El discurso de Nogueras ha tenido continuidad fuera del hemiciclo, una vez acabada el debate, y ha lanzado un ultimátum a los socialistas: tienen 15 días «más de margen» para negociar y acordar con ellos una amnistía «integral» para que no tenga “agujeros con que la justicia prevaricadora pueda dejar la amnistía en papel mojado”. «Si nuestras enmiendas los pueden tapar, no tiene ningún sentido que se apruebe con estos agujeros», ha defendido.
Así mismo, la dirigente de la formación ha lamentado dentro y fuera del hemiciclo que el PSOE no reaccione ante los últimos movimientos de los jueces de Volhov y Tsunami. «Tendría que haber dado un golpe de autoridad ante unas actuaciones que no tienen cabida en un estado de derecho», ha reclamado Míriam Nogueras, que ha atacado el poder judicial y ha subrayado el peligro que supone no blindar el texto ante las actuaciones de jueces como Manuel García-Castellón, que ve terrorismo en las protestas de los CDR y el Tsunami, o el juez de Barcelona que ve indicios de “traición” en una supuesta conexión rusa del Proceso.

El PSOE pasa al ataque después de mantener un perfil bajo durante el debate
El PSOE ha mantenido un perfil muy bajo durante todo el debate, que no ha contado con la presencia del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, hasta el momento de las votaciones. Un ejemplo más de este perfil bajo es que la defensa de la posición de las enmiendas ha recaído en el diputado socialista Francisco Aranda, que iba de número seis a las listas del PSC para las elecciones del pasado 23 de julio.
La reacción más contundente del PSOE y el ejecutivo de Pedro Sánchez no se ha producido hasta después del debate y ha estado a cargo del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que ha calificado de «incomprensible» la decisión de Junts, y ha reprochado al partido de Puigdemont que votara ‘no’, «igual que el PP y Vox», partidos que quieren «encarcelarlos e ilegalizarlos».
Así mismo, el ministro ha dejado entrever que no tienen ninguna intención de modificar su posición y ha reclamado a Junts que «reconsidere su posición» en el nuevo trámite que se abrirá a partir de ahora. Sobre el margen de negociación que tienen ambas formaciones, dado que ninguno de las dos quiere moverse de su posición, Bolaños no ha querido entrar en detalles y se ha limitado a decir que la ley de amnistía» entró en el Congreso siendo constitucional y así continuará siendo».
Puigdemont intenta calmar los ánimos con un mensaje conciliador
El presidente al exilio, Carles Puigdemont, también ha reaccionado después de que los siete diputados de Junts han tumbado la iniciativa legislativa para devolverla a Comisión de Justicia y ha enviado un mensaje conciliador a los socialistas, y también a Sumar. Dirigiéndose directamente al partido de Pedro Sánchez, Puigdemont los ha valorado «los esfuerzos hechos» a defender una ley como la amnistía en un contexto «hostil, de violencia verbal y a veces física». Aun así, siguiendo los argumentos utilizados por Míriam Nogueras, ha asegurado que no podían apoyar en un texto que tiene «carencias» y que, según ha remarcado, «habría invalidado el compromiso con una amnistía integral, completa, sin exclusiones».
Por otro lado, Puigdemont también ha criticado los movimientos del poder judicial español y ha advertido al PSOE que «solo hay una manera de frenar su pulsión patriotera»: hacer una ley «más sólida» y «sin tantas rendijas». Así, ha subrayado que estas semanas se ha negociado hasta el final con la «voluntad de llegar a un acuerdo» y, a pesar de que esta vez no se ha logrado, ha resaltado que tienen «unos días de rehacer el consenso inicial». «Veremos si somos capaces. Pero nosotros no nos moveremos del compromiso de incluir todo el mundo«, ha avisado los socialistas, que tampoco se quieren mover de su posición.

ERC discrepa de Junts y lamenta la oportunidad perdida
Esquerra ha evidenciado su distanciación de la posición de Junts durante la intervención de la diputada Pilar Vallugera, que duda que este mes de margen pueda cambiar las cosas y cree que mujer más margen a los jueces «prevaricadores» para que continúen haciendo “investigaciones prospectivas” en busca de nuevos delitos. La republicana, además, ha crispado el ambiente con los juntaires, que han reaccionado enfurecidos en las redes, cuando ha señalado que la ley «no va de Carles Puigdemont y Marta Rovira, sino que va de las 1.500 personas que tienen la vida en entredicho porque el Estado las está reprimiendo».
El presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, que ha presenciado el debate en el Congreso, también ha criticado el ‘no’ de Junts a una ley que, según él, «merecía el apoyo» y porque también ve «imposible» que el texto se pueda modificar para anticiparse a los jueces que actúan «de manera injusta». Así mismo, como ha hecho el grupo parlamentario, ha defendido que la ley ya es «robusta» para dar «seguridad jurídica» a los encausados. «Es una ley que tenía el apoyo necesario para ser aprobada y que garantizaba que centenares de personas quedaran liberadas de cualquier persecución», ha defendido.