El día siguiente que Salvador Illa fuera a Madrid para asistir al desfile del Día de la Hispanidad después de 14 años de ausencia de un presidente de la Generalitat, el monarca español Felipe VI le ha vuelto la visita y se ha trasladado este domingo en Barcelona para hacer seguimiento de la Copa América desde el Puerto de Barcelona. El monarca español y el presidente de la Generalitat han llegado en helicóptero a la cubierta del portaaviones Juan Carlos I, antes del inicio de las regatas de este domingo dentro de una final que disputan la Emirates Team New Zealand, defensor del título, y el INEOS Britannia.
Además, a la cubierta del portaaviones han recibido Felipe VI tanto el consejero de Presidencia, Albert Dalmau, la consejera de interior, Nuria Parlon, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. La presencia del monarca español en Barcelona a bordo de Juan Carlos I para presenciar estas regatas finales de la 37.ª edición de la Copa América porque, según ha señalado la Delegación del gobierno español «más valor este acontecimiento clave para el deporte y para la difusión de la cultura marítima y de la ciudad de Barcelona». El rey español también ha sido acompañado por otras autoridades civiles y militares.
«Cataluña tiene que estar presente en la construcción de una España plural y diversa. De todos y todas. Cataluña ha vuelto para implicarse, para escuchar y ser escuchada», defendió ayer el presidente de la Generalitat en un tuit coincidiendo con su presencia en el desfile de Madrid. Illa ha normalizado las relaciones con la monarquía española desde que es presidente de la Generalitat, y en el debate de política general de esta semana en el Parlamento se tumbaron dos propuestas de resolución, de Junts y Esquerra, que constataban «la necesidad de no normalizar las relaciones institucionales de Cataluña con la casa Real» por discursos como el del 3-O del 2017 y porque su figura suscita un «amplio rechazo» a la sociedad catalana.

La CUP pide auditar las aportaciones públicas a este acontecimiento
La visita se ha producido en un contexto de tensión en la calle con este acontecimiento deportivo. Este mismo domingo, 10.000 personas, según la organización, y 2.000 según la Guardia Urbana, han desfilado por las calles de Barcelona contra «esta fiesta por ricos disfrazada de competición deportiva» y para reclamar un nuevo modelo de ciudad que priorice los vecinos por ante los turistas. La concentración, organizada por la Plataforma No a la Copa América, ha sido el punto culminante a la resistencia del colectivo vecinal y asociativo. «Nunca ninguna edición de la Copa América había levantado un movimiento de protesta como este», celebran.
En este contexto, la diputada de la CUP en el Parlamento Laure Vega ha reclamado que se auditen las aportaciones públicas a la Copa América y ha asegurado que el partido llevará el asunto en la Sindicatura de Comptes de Cataluña. «Es muy grave que partidos cómo ERC y Comunes no estén presionando también porque se evalúe qué está pasando con el dinero público destinado a este acontecimiento», ha afirmado a los medios de comunicación que han cubierto la concentración. Vega ha apuntado que «todas las evidencias son que realmente se han falseado estos datos» y ha reclamado a los partidos políticos que tendrían que hacer presión «para ver qué pasa con un acontecimiento de carácter privado que está gastando tanto dinero de las arcas públicas».