El rey Felipe VI ha decidido hacer un cambio de caras en la casa real. Casi 30 años después, el monarca español ha prescindido de los servicios de Jaime Alfonsín Alfonso, quien había sido su mano derecha desde el 1995, cuando se incorporó como jefe de su secretaría cuando era príncipe de Asturias, y ha nombrado a un diplomático para ejercer sus funciones. El nuevo cabe de la casa real será Camilo Villarino Marzo, quien actualmente dirige el gabinete del alto representante de la política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell. Así lo ha comunicado la Zarzuela este viernes por la tarde, donde también han querido dejar claro que Alfonsín no quedará fuera del círculo del monarca español, puesto que pasará a ejercer la función de consejero privado. Es decir, su voz continuará teniendo peso dentro del círculo de Felipe VI.

¿Quién es Camilo Villarino?
Camilo Villarino, nacido en Zaragoza en 1964, es jurista y diplomático. Está licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, y posteriormente ha cursado un Máster en Estudios Europeos en el Colegio de Europa y un curso de Alto Nivel sobre Política Europea de Defensa en la Escuela Europea de Seguridad y Defensa. Uno de sus primeros destinos fue en la Asesoría Jurídica Internacional en el Ministerio de Asuntos exteriores, ejerciendo como asesor entre 1990 y 1993. El año siguiente empezó su carrera como diplomático en varias misiones internacionales, y ejerció esta función hasta el año 2002.
De vuelta en España, entre 2002 y 2008 fue subdirector general de Asuntos Institucionales para la Unión Europea en el Ministerio de Asuntos exteriores. Una vez acabada esta etapa, ocupó el cargo de consejero de Relaciones Transatlánticas y Asuntos de Seguridad y Defensa en la Embajada de España en los Estados Unidos y, entre 2013 y 2017, fue ningún adjunto de Misión en la Embajada de España en el Marruecos. El último tramo de la carrera lo ha dedicado al gabinete del alto representante de la política exterior de la UE, ahora bajo las manos de Borrell. Durante su carrera, pero, también se ha visto involucrado en algunas polémicas. El diplomático fue imputado por la entrada en España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali, a pesar de que posteriormente el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza acordó el archivo provisional del caso.