Tanto Esquerra Republicana como el PSC han cargado con dureza contra la decisión de la formación de Carles Puigdemont de tumbar el decreto ómnibus presentado por el gobierno de Pedro Sánchez -el cual incluía la revalorización de las pensiones y las bonificaciones al transporte público, y el decreto para aplicar un impuesto a las empresas energéticas-, alineándose con el PP. Una decisión que hace tambalear aún más al gobierno español. Por su parte, el portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, ha acusado a Junts de ser un partido «de derechas y terriblemente reaccionario» que «cede ante los chantajes» de las empresas multinacionales -en referencia al ‘no’ al decreto del impuesto sobre las energéticas y a los argumentos de Junts para justificar su negativa al decreto de la Moncloa.
En esta misma línea, Rufián ha reclamado a la portavoz de Junts en la cámara baja, Míriam Nogueras, que concrete qué es lo que piden al gobierno español para garantizarles su apoyo porque, según ha dicho, «nadie lo sabe»: «No serán cosas personales para según quién, ¿no? Si es así, lo tienen que decir. Porque estarían votando en contra del bienestar de miles de personas a cambio de que según quién esté mejor», ha remachado el portavoz de los republicanos. Por otro lado, el presidente del grupo parlamentario del PSC, Ferran Pedret, también ha acusado a Junts de dar «un golpe de mazo» a todos los pensionistas catalanes con su negativa. A diferencia de ERC, la formación socialista considera que los de Carles Puigdemont han establecido una «alianza» con la «derecha y la extrema derecha».

Las consecuencias sobre la ciudadanía
Tanto ERC como el PSC han querido dejar claro que la negativa de Junts a la votación del Congreso tendrá efectos sobre el día a día de la ciudadanía: «Tiene mucho mérito que hagan de almogávares aquí para esconder que votan con el PP y con Vox contra un impuesto a las multinacionales energéticas y contra las ayudas y prestaciones para el día a día de la gente», ha insistido el portavoz de los republicanos. Por su parte, el representante de los socialistas en el hemiciclo catalán también ha asegurado que «entiende» que desde Junts quieran hacer valer que, de vez en cuando, sus «votos pueden ser imprescindibles», pero considera que ahora «querían descargar un golpe en la espalda del gobierno» y lo han acabado haciendo sobre la ciudadanía. En este sentido, el socialista ha indicado que había unos 12 millones de pensionistas en todo el Estado que se habrían beneficiado de la actualización de las pensiones, 1.200.000 de los cuales, en Cataluña. «Estos han recibido un golpe de mazo por parte de Junts, el PP y Vox», ha lamentado Pedret.