Ahora sí, los partidos queman los últimos cartuchos de campaña. Y ERC hace en el Palau de Congressos de Barcelona su acto de final de campaña -a pesar de que este viernes los principales candidatos estarán en Tarragona- con toda la artillería del partido. Una fila cero repleta de consejeros -el primero en llegar, 40 minutos antes, ha sido el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena- y regidores de todo el país -la jefa de filas de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, también ha sido de las primeras- para exhibir la institucionalidad de los republicanos que, a contracorriente de las encuestas, reclaman el voto transversal de las izquierdas para culminar la obra del Gobierno de Pere Aragonès, en solitario desde la salida apresurada de Junts en octubre de 2022. Quedan poco más de 48 horas, unas horas que los sondeos dibujan como vitales para pescar el voto de los indecisos, más del 30%, y también movilizar a los 700.000 independentistas que en 2021 se abstuvieron.

El auditorio, lleno a rebosar, unas 1.600 personas, según la organización, ha presenciado un acto político con un formato que bien podría ser una gala del exitoso programa de TV3 Eufòria, donde los concursantes han entrado uno por uno por el pasillo central del auditorio. Todo el mundo de pie -por indicación de la organización del acto-, han hecho un pasillo a Aragonès con aplausos y gritos de president, president. Arriba del escenario, esperaba un copresentador muy mediático, el candidato a las europeas Tomàs Molina, acompañado de la eurodiputada y jefe de filas en las europeas, Diana Riba, flanqueados por un alud de candidatos sentados en el banquillo esperando su turno de intervención o escuchando. Una escenografía pensada en clave de la institucionalidad de un partido de Gobierno, para los medios audiovisuales y para transmitir un último acto de fuerza de los republicanos.

Momento en que Pere Aragonès entra al auditorio del Palacio de Congresos G.A

Rovira: «La ley de amnistía tiene que rehacer los puentes entre independentistas»

Entre las intervenciones, desde el exilio suizo han intervenido a la vez Marta Rovira y Ruben Wagensberg. Al aparecer su imagen en una gran pantalla, el auditorio se ha vuelto a poner de pie para gritar «libertad, libertad». Wagensberg ha dicho que el derecho a la protesta «es la puerta de entrada a la defensa otros derechos, pero sabemos que la extrema derecha no ha salido nunca de la judicatura y que actúa contra todos los que protestan contra su idea de España. Y ERC representa la máxima impugnación en términos democráticos y sociales de la España reaccionaria que defienden», ha dicho el diputado exiliado acusado de terrorismo por Tsunami Democràtic.

Ahora bien, la secretaria general del partido es quien ha dado el grosor político del momento que vive el independentismo después de que en 2022 se rompiera el Gobierno de coalición y se trasladara también a la calle la ruptura de puentes: «La ley de amnistía tiene el objetivo también de rehacer los puentes entre independentistas», porque «no queremos un movimiento agotado, acabado, queremos una mayoría independentista social viva, queremos rehacer confianzas». En este sentido, Rovira ha remarcado que «el proceso de autodeterminación no se ha acabado, lo queremos volver a hacer». Un objetivo no menor pronunciado por boca de una de las voces más autorizadas del país, y que, de hecho, es la primera vez que en campaña ERC hace este llamamiento de forma abierta.

El acto más multitudinario de ERC, donde los republicanos han abierto un hilo para rehacer confianzas con Juntos ERC/ MARC PUIG

Junqueras: «Necesitamos construir muchas complicidades»

Después de la intervención del candidato y líder parlamentario de Bildu, Pello Otxandiano, que ha dicho que no hay un problema catalán o un problema vasco, sino un problema español y ha mostrado su admiración por el 1-O como la «revuelta democrática más potente de la historia en la Europa moderna», ha subido al escenario Oriol Junqueras. El presidente de los republicanos, consciente que las encuestas no dan la victoria a ERC, ha hecho un llamamiento a pulsar el acelerador y hacer valer el peso histórico de un partido de 93 años de historia: «Fuimos los últimos a ser legalizados porque los dábamos miedo», ha dicho Junqueras, que ha conseguido poner de pie todo el auditorio. «Los que hicimos posible el 1-O somos nosotros, porque sueldo vosotros, militantes de ERC, los que llevasteis las urnas en las escuelas», ha clamado Junqueras. La respuesta del público ha sido iniciar los cánticos «y-inde-independencia». «Estamos aquí para levantar las encuestas, para ganar una y mil veces. Nunca nos lo han puesto fácil y nadie nos ha regalado nada», ha dicho el presidente de los republicanos, que ha dicho que son «la semilla de muchas victorias, la esperanza y el orgullo de nuestra patria». «Pero este trabajo no la podemos hacer nosotros solo», ha dicho Junqueras, que ha reconocido que «necesitamos construir muchas complicidades y muchas alianzas», ha remachado.

Un momento del mítin de final de campaña de ERC ACN

El último en intervenir ha sido el presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès. Gracias a Juntos y al PSC por haber dejado de disimular. A tres días de las elecciones, nos han dejado bien claro que su único proyecto es desbancar ERC de la Generalitat de Cataluña. El PSC ha convertido la C de Cataluña en la C de Ciutadans. Es un partido político que no merece presidir el país. Que ningún voto catalanista vaya al PSC, porque tengo un mensaje para Salvador Isla: si piensa cómo Inés Arrimadas y actúa como Inés Arrimadas, será jefe de la oposición como Inés Arrimadas. Pero también tenemos que hablar de aquellos que nos habría gustado tener al lado. Pero no nos pueden hablar de unidad cuando por la puerta trasera intentaban pactar con el PSC una moción de censura para hacer caer el Gobierno independentista, y no nos pueden hablar de unidad cuando marcharon del gobierno cuando negociábamos los indultos y la supresión del delito de sedición. Que se aclaren y ya hablaremos».

Uno «ya hablaremos» que probablemente ERC podrá administrar, porque todas las encuestas le dan la clave de la gobernabilidad al país.

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