El PP ha arrebatado un escaño al PSOE gracias al voto exterior de Madrid después de un recuento tenso, que no se oficializó hasta última hora del viernes. El escaño que cambia de manos tiene una gran trascendencia en los resultados del 23-J, puesto que ahora el bloque conservador pasa a tener 172 diputados, uno más que el bloque progresista, y complica la investidura de Pedro Sánchez. El presidente español ya no tiene suficiente con una abstención de Junts, sino que ahora necesita un voto favorable de los de Puigdemont.
El voto exterior podía hacer bailar hasta nueve escaños en todo el estado español, pero había dos que podían cambiar la situación y complicar todavía más la negociación PSOE-Junts: uno por Girona, que finalmente ha quedado en manos de Junts; y uno por Madrid, que ha ido a parar al PP. En el resto de circunscripciones no ha habido variaciones. El PSOE también optaba a ganar hasta tres escaños en todo el estado, pero finalmente todo queda como estaba excepto en Madrid.

Cambio de mayorías por la investidura
El PP pasa a tener 137 diputados, mientras que el PSOE baja a 121. Así, la suma PP, Vox (33), UPN (1) y Coalición Canaria (1) –a pesar de que el papel de los canarios es incierto– llegaría hasta los 172 diputados. Por su parte, el bloque de PSOE y Sumar (31), más ERC (7), Bildu (6), PNB (5) y BNG (1) se quedaría en 171. Si no hubiera un cambio de bando de CC, que no acaba de ver claro lo de pactar con Vox, los siete diputados de Junts pueden tener la llave. Siempre dando por sentado que Sánchez es capaz de convencer a los republicanos, que consultarán con la militancia la decisión final sobre la investidura, y a los nacionalistas vascos.
En este contexto, Sánchez necesitaría al menos el voto favorable de dos diputados de Junts, que hasta ahora ha descartado moverse de su petición inicial de referéndum de autodeterminación y amnistía como contrapartida para investir al presidente español. El PSOE ha intentado rebajar la importancia del cambio en las mayorías y ha insistido que Junts tiene que decidir «si une sus fuerzas a PP y Vox y abre la puerta a un gobierno de la derecha con la ultraderecha o se une al resto de fuerzas políticas para evitarlo, exactamente igual que ayer».
El PP intenta rehacerse de la decepción del 23-J
El PP, por su parte, intenta rehacerse de la decepción que supuso no llegar a la mayoría absoluta en las elecciones del 23-J. Los populares, que solo pueden pactar con Vox y los dos partidos regionalistas de Navarra y las Islas Canarias, han sacado pecho por el hecho que Alberto Núñez Feijóo ya cuenta con 172 votos para su investidura, mientras que Pedro Sánchez solo tiene 152 de garantizados y para sumar más que el líder popular necesita los de ERC, BNG, PNB, EH Bildu y Junts, «sin excepción». Fuentes del partido insisten que Sánchez “ha perdido las elecciones” y lo acusan de querer «unir a todos los partidos nacionalistas e independentistas para que le ayuden a ser presidente a pesar de quedar a 16 escaños de Feijóo y tener 330.000 votos menos».