Después de las elecciones españolas del 23 de julio, todos los partidos están moviendo sus piezas del azulejo por definir la gobernabilidad de España. Quién tiene la clave para desencallar la situación es el independentismo, puesto que depende de sus votos el candidato socialista, Pedro Sánchez, podría revalidar su posición de presidente. Ahora bien, cada voto tiene un precio. A pesar de que el independentismo ha expresado que unirán fuerzas y serán un bloque negociador a Madrid, el precio por el cual ponen sus votos a un sí a Sánchez son un poco diferentes. Ahora bien, hay una clara línea marcada que aseguran que se tiene que cumplir si o si porque les den su apoyo: amnistía y autodeterminación.
Después de las declaraciones de esta semana del ministro de Presidencia en funciones, Fèlix Bolaños, en las cuales instaba al independentismo a rebajar sus posiciones actuales, puesto que las considera «maximalistas», la secretaría general de Esquerra Republicana (ERC), Marta Vilalta, ha declarado esta mañana en una entrevista a la Agencia EFE que se mantendrán firmes con su postura: «ERC ha sido ha estado y es un actor razonable, responsable. Pero también somos exigentes. No son posiciones máximas, pedimos la resolución del conflicto y esto quiere decir que el PSOE tiene que asumir la democracia», sentencia.

«No aceptaremos chantajes»
Vilalta continúa en la misma línea que desde que se supieron los resultados de los comicios del 23 de julio y reafirma que es Pedro Sánchez y el PSOE quien tiene que hacer los pasos adelante en estas negociaciones. Y, del mismo modo que tiene que hacer los primeros pasos, Vilalta cree los socialistas no tienen que enfocar las negociaciones como un «chantaje» entre ellos o la extrema derecha, porque esto es un camino que no los funcionará: «No aceptaremos chantajes». La secretaría general de los republicanos mantiene que su precio está muy claro y que es una línea que no cruzarán: «El fin de la represión al independentismo y poner las bases para que Cataluña pueda decidir su futuro».