El informe de la UCO que señala presuntas irregularidades perpetradas por los dos exsecretarios de organización socialistas, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, ha cobrado una nueva víctima. El vicesecretario general de la formación socialista de Navarra, Ramón Alzórriz, dimitió este miércoles por la vinculación de su pareja con una empresa Servinabar, una de las que ganó la adjudicación de los túneles de Belate. Según los informes policiales, Santos Cerdán poseía el 45% de la propiedad.
Alzórriz detalló en una rueda de prensa que tan pronto como supo de la vinculación de Santos Cerdán con la empresa donde trabajaba su pareja, informó a la presidenta del Gobierno de Navarra y también secretaria general de la formación, María Chivite. «Es una información que la presidenta no sabía y que he considerado que debía saber», detalló. Tal como recoge Europa Press, Chivite le exigió la dimisión argumentando una pérdida de confianza.
El parlamentario navarro, que deja los cargos internos, pero no el acta de diputado, defendió que nunca había tenido constancia de la relación que tenía quien hasta hace poco era la mano derecha de Pedro Sánchez con la empresa. Alzórriz detalló que su pareja «tenía un trabajo precario y comenzó a trabajar allí con mejores condiciones».
Más presión sobre Pedro Sánchez
Los informes de la UCO han provocado una avalancha de críticas de los socios de Pedro Sánchez, que reconocen que la legislatura pende de un hilo. ERC ha salido de un encuentro con el secretario general socialista con una vaga promesa de reforma del Código Penal para perseguir a las constructoras que participen de tramas de corrupción y Junts acabó su encuentro del martes sin concreciones. Las dos formaciones independentistas y Sumar, que han sido los primeros en formar parte de la ronda de contactos del presidente español, coinciden en remarcar que la respuesta de Sánchez es «insuficiente» y que se necesitan más medidas y más contundencia.
