El drama de una concursante de ‘OT’: bebida, llantos y ataques de ansiedad

Son muchos los cantantes que han pasado por la academia de Operación Triunfo. Muchos de ellos han triunfado y han llenado sus bolsillos, pero ha habido otros que no han tenido tanta suerte. La fama cuesta de asimilar, sobre todo para chicos y chicas jóvenes que empiezan a tener fans de un día para el otro. Ahora acaba de salir a la luz el caso de Ariadna de OT 2020, quien fuera la primera expulsada de aquella edición que ahora explica por qué tuvo que desaparecer durante dos años después de aquella experiencia.

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Justo después que acabara su corta experiencia en el concurso, publicó su primer single. Al poco de acabar el disco, sin embargo, quiso hacer una parada y ha estado dos años sin crear música. No se sabía nada de ella, hasta que ahora ha querido revelar sus motivos en un video que ha compartido en su perfil de TikTok. En esta reaparición tan esperada, se sincera y revela qué le ha pasado y por qué ha necesitado hacer un paréntesis tan largo.

En primer lugar, dice que ha querido publicar un video sincero porque entiende que sería extraño que volviera a la vida pública sin explicar qué había pasado. Los problemas personales habrían estallado antes de que la ficharan por OT, unos meses antes cuando se trasladó a Madrid para poder trabajar en una discográfica: «Yo tenía muchos cambios de humor, era muy inestable y tenía ataques de ansiedad. No estaba psicológicamente preparada para entrar en un formato así. Me sentía muy pequeña y que no era bastante buena. Todo acabó en un bucle horrible».

Ariadna de Operación Triunfo 2020 reaparece después de dos años en terapia y con medicación

Teniendo en cuenta que no se encontraba en un buen momento personal, seguramente no fue la mejor decisión entrar a formar parte de un programa que la colocaría en la diana. Sin embargo, solo se culpa a sí misma y las palabras que dedica en el programa son siempre de agradecimiento y ternura.

Cuando la echaron, dice que sintió la necesidad de grabar y publicar un disco cuanto antes mejor. Lo hizo demasiado rápidamente, sin mucho tiempo ni dedicación. El resultado no le entusiasmó y todo empeoró todavía más cuando empezó a sentir «un síndrome del impostor horroroso«. No se sentía cómoda, no se veía capaz de ofrecer un concierto y no pudo aprovechar el disco que había grabado.

Aquí habría sido cuando tocó fondo: «Me pasaba todo el día de fiesta y bebía muchísimo. Lloraba todo el rato y tenía ataques de pánico. Volví a Barcelona con mi padre y empecé la terapia y la medicación». Le diagnosticaron con un trastorno límite de la personalidad, el que le provocaba subidas y bajadas en su estado anímico. Ahora que se encuentra mejor, sin embargo, ha vuelto a la música con ganas y anuncia que durante este puente estrenará una nueva canción.