Laura Escanes ha querido sumarse a la lista de invitados potentes de La Revuelta en esta primera temporada. La idea era clara, poder competir de tú a tú el día en que finalmente Pablo Motos tenía en plató a Jorge Martín después de la polémica por el veto de la entrevista. ¿Y qué ha dicho la influencer? Lo que sabía que interesaba, cómo va su vida íntima.
La última pareja conocida que ha tenido ha sido Álvaro de Luna, pero desde la ruptura se le ha relacionado con muchos otros chicos. Si hacemos caso a su testimonio, la realidad es diferente de la que cuentan las revistas de moda: «No ligo mucho y, menos aún, a través de las redes sociales. Supongo que mi fama puede asustar un poco«.
El último desengaño amoroso lo ha sufrido, precisamente, en Instagram. Parecía que había surgido la conexión con alguien y estuvieron hablando durante dos semanas, pero el chico se asustó cuando ella le propuso verse en persona: «Di el primer paso porque creía que había posibilidad de éxito y luego no lo hubo«.
«Le propuse quedar para tomar algo y él me dijo que no, así que la cosa no le cuadró. Mi respuesta interna fue pensar que ya vendría después, no pasa nada y lo tenemos que vivir elegantemente. Parece que necesita un poco de tiempo», ha comentado en esta intervención.
Laura Escanes explica cómo despista a los paparazzi
Laura Escanes ha tenido que convivir con la persecución de los paparazzi desde que se supo que había comenzado a salir con Risto Mejide, así que está más que acostumbrada. Ahora bien, esto no impide que todavía le moleste que no la dejen en paz cuando va por la calle: «El otro día iba en el coche con mi madre y mi hermano y me empezaron a seguir. Me enfadé tanto…».
¿Y cómo logró salir de esta situación? Puede llegar a ser muy peligroso ir conduciendo y querer despistar a los fotógrafos que tienes detrás, pero en su caso todo terminó bien: «El problema es que detecto cuando lo hacen y me molesta. Aquel día, comenzamos a acelerar más y los pudimos despistar«.
En alguna otra ocasión, cuando ha visto que querían fotografiarla mientras caminaba, lo que ha hecho ha sido entrar en algún hotel y pedirle a la secretaria que la ayudara porque la estaban persiguiendo. Una pesadilla para los famosos que, lógicamente, no les hace ninguna gracia.
