Eduardo García se dio a conocer públicamente como uno de los actores más jóvenes de Aquí no hay quien viva, el icónico Josemi. Él era el hijo pequeño de Juan Cuesta (José Luis Gil) y Paloma Hurtado (Loles León), quien acabaría adoptando un rol de adolescente rebelde con frases ácidas como Bueno, pero tranquilita eh.
Cuando terminó esta serie, fue uno de los muchos compañeros que pasaron a La que se avecina. En su caso, volvió a interpretar el papel del hijo de José Luis Gil. Sin embargo, en esta no llegó a tener tanto protagonismo y se marcharía después de pocas temporadas.

¿Por qué criticaron el primer disco de Eduardo García?
De ahí no probó suerte en algún otro proyecto de ficción, sino que optó por dejar la actuación e intentar ganarse la vida en la música. Esta nueva faceta no terminó de funcionar, ya que la canción más popular que sacaron acabó generando mucha controversia.
Con el grupo LFAM cantaban rap y, efectivamente, se viralizaron… pero no en el buen sentido, ya que todos hablaban de ellos porque en el videoclip había una fuerte presencia de drogas y violencia. Mucha gente lo relacionaba con su pasado de estrella infantil, del que él no quiso desvincularse del todo porque adoptó el nombre de su primer personaje también como nombre artístico.
En 2019, Eduardo García publicó un álbum que tenía temas de letras autobiográficas. Sería gracias a esto que nos daríamos cuenta de que no lo pasó del todo bien cuando trabajaba de actor: “Hacía jornadas de 24 horas cuando aún era menor de edad y no me disteis las gracias. De las horas extras, mejor no hablar”.

¿A qué se dedica Eduardo García ahora que ha dejado la televisión y la música?
Esta ha sido la tónica general que ha mantenido en las últimas entrevistas que ha concedido, ya que siempre ha reconocido que vivió experiencias difíciles para su edad. Quizá por eso ha tomado la decisión de abandonar el mundo de la interpretación y también de la música. No quiere saber nada de las series ni de la industria en general, por lo que ha cambiado de vida radicalmente.
El Periódico ha podido confirmar que Eduardo García ha iniciado una nueva vida en Toledo, donde trabaja como camarero en un bar. Esto indica que, ciertamente, no echa de menos estar en primera línea ni ser una persona conocida. Su rutina sería mucho más tranquila, de la misma manera que la expectación mediática también se le ha reducido muchísimo. No ha hecho declaraciones desde esta filtración, así que aún no se sabe si le hace gracia o no que se haya sabido.